El dios Agartha aun no estaba satisfecho. Habiamos abierto las puertas del cielo e invocado a los serafines. Habiamos abiertos las puertas del Tartaro y habíamos invocado a los antiguos dioses que allí habitaban.
El dios de Agartha nos pidió que abrieramos las puertas del infierno, pues allí habitaban seres poderosos que debían luchar por nuestra causa.
Primero llamamos a un angle caído. Más viejo que los mimos serafines, osaron corromper el mundo, y fueron por ello desterrados al infierno, y en demonios se convirtieron. En lugar de belleza provocaban miedo, más que cualquier otra criatura.
Después llamaron a los señores mismos del infierno. Al señor de la corrupción que podía infiltrarse en territorio enemigo y corromper a sus jefes o asesinarlos.
Y al mismisimo señor del infierno, capaz de causar a la gente que abandone su fé y entreguen a sus hijos para sacrificios de sangre.
La gente de Agartha que ya andaba escandalizada con los dioses que habían salido de Tartaro, y que a menudo perdían los cabales y arrasaban con la población, se empezó a cuestionar si la victoria merecia la pena, o si toda esta guerra solo servía para alzar a nuestro dios a la gloría, sin contar con el pueblo.
Para calmar el alboroto pidio al señor de la corrupción crear un elixir de la vida, que atendiendo a mis multiples suplicas, enviaría al heroe nacional Shalim, para darle una segunda oportunidad.
Shalim solo tenía que hacer dos cosa, tomarselo y morir una muerte violenta.
Durante meses Arco siguió expandiendose con sus ejércitos, mientras nuestros monstruos recuperaban los territorios perdidos. Murieron varios de nuestros Grendelkins, pero los ejércitos de Arco iban disminuyendo. Fue unos meses de guerra de desgaste en la que nosotros teníamos todo de nuestro lado, ya que eramos capaces de reemplazar nuestras perdidas mucho más rápido que ellos.
Nuestros espias por aquel entonces tambien nos trajeron noticias de los formidables guerreros de Helheim. Sus ejércitos venian liderados por los que llamaban Hangradott, hombre locos que se habían ahorcado de un arbol de cenizas para ganar conocimientos sobre la muerte.
Con ellos venian los guerreros sagrados Helhirding. Formidables guerreros que sin duda fueron vistos como un gran peligro para Agartha.
En otoño del noveno año de las guerras, el elixir de la vida llegó a donde estaba Shalim. Pero su castillo estaba asediado por un ejército de Arco. El elixir le permitia resucitar una vez, pero si después de eso volvia a morir sería su muerte definitiva.
Me ofrecí yo a liberar el castillo ya que estaba cerca., lo cual fue bien recibido por los que mandaban en Agartha. Había muchas otras posibilidades, las reinas del aire podian haberse presentado a las puertas sin más, por lo que me extraño que aceptasen mi oferta.
Pero allí fuí con 34 guerreros sagrados y 24 jinetes de Pegasos.
El ejército de Arco no era muy númeroso, pero venía acompañado de varios monstruos de Tartaro, y un señor de los espectros.
A ninguno de ellos afectaba la oscuridad que reinaba en el campo de batalla.
Vi la batalla perdida, pero a Shalim le quedaba muy poco tiempo. Nadie estaba dispuesto a retirarse.
Use mis conocimientos de mágia para convertir los cuerpos de mis guerreros en oro, como ya venía siendo habitual.
Los peones de Arco se lanzarón al ataque, y sus guereros alados se colaron en nuestra retaguardia, justo donde estaba yo. Mientras, sus grandes guererros esperaban.
Yo era el único lider de Agartha ese dia en la batalla si yo moría nuestro ejército dejaría la batalla y Shalim terminaria por morir. Pero a estas alturas yo ya me sabía defender, especialmente contra un enemigo que no podia ver en la oscuridad.
Pronto acabamos con las primeras tropas de Arco, pero tambien nuestros guerreros alados sufrieron algunas bajas y huyeron. Asi al final solo quedaron mis guerreros sagrados contra el ejército de muerte de Arco.
Pero yo era profeta, y por lo tanto la peor amenaza para los muertos a los que podia desvanecer. Y así pronto quedaron solo los guererros sagrados contra los monstruos de Tartaro.
Aun no pintaba bien, ellos no se cansaban, mientras que mis guererros si. Pero eramos más en número, y los guererros de Agartha con su fuerza, eran capaces de repartir mucho dolor. Contra un solo Tartaro bien armado quizá hubiesemos fracasado, pero contra cinco sin armar fue posible nuestra victoria.
El pueblo de Agartha celebró esa victoria más que ninguna de las otras. En los ultimos años la mayoría de nuestras victorias habían sido por Grendelkins o dioses muertos del Tartaro. Se nos había quitado la identidad de nuestras victorias. Habíamos perdido el orgullo, ya no eran la guerra del pueblo de Agartha, sino la guerra de su dios, y nosotros, sus meros juguetes viejos.
Pero he aquí que un ejército de tropas del pueblo de Agartha, liderado por un Oráculo, había derrotado a un ejército de semidioses.
En los inicios de los tiempos, cuando la nación de Agartha era joven, hubo otra gran guerra para dominar el mundo. El señor de los infiernos mandó un ángel caido del cielo para dominar el mundo.
Este Angel era el ser más poderosos que había pisado la tierra y fue conquistando pueblo tras pueblo, hasta que al final solo quedo la poderosa nación de Agartha.
Pero en aquella época pasada tambien habitaban otros serés poderosos, y en un lejano reino helado vivía un pretendiente a dios que sobresalia de los demás.
Este al ver que el angel caido iba a destruir el mundo, se alió con Agartha creando un portal que sellaría al angel en las profundidades de Agartha cuando este librase allí su batalla contra el señor de Agartha.
Agartha temiendo el inmeso poder de el angel accedió. Pero el diós helado, que quería el mundo para él, truco el portal para atrapar tanto al angel como al señor de Agartha.
Tampoco en Agartha se fiaban del rey hélado y a su vez conjuraron el portal para que atrapase al que lo construyó.
En el momento de la batalla final, el portal se cerró atrapando a los trés seres dentro de él.
El secreto del portal se perdió en el pasado y no quedó más que como una leyenda para asustar a los niños por las noches. La leyenda cuenta que no solo el portal encierra a estos tres seres poderosos, sino tambien a unos cuantos guerreros sagrados de Agartha que quedaron para guardar el portal y se conviertieron en sombras. Además de una oscuridad capaz de engullir al mundo entero.
Pero solo los reyes de Agartha conocian su ubicación y existencia. El rey Ogon la conocia, y viendo que el momento de la victoria final se aproximaba, tomo su papel protagonista y con consentimiento del dios Agartha, abrió el portal.
Leta escribió:Pero por lo que veo salen todos desquiciados como los tartarians. Tendrías que usar un Restore Soul o algo así.
Creo que el Restore Soul sirve para hacer comandantes a los Tartaros que salen como tropa, pero que no quita el "tag" de Shatered Soul". Pero tampoco estoy seguro. Sería otra cosa que aprendería.
Shalim partió con 17 guerreros sagrados hacia el portal del agua, donde habían huido los pocos supervivientes de la anterior batalla. Le quedaban dos meses de vida. Solo era un despojo del antiguo guerrero, aquel que partió con el ejército de valientes cuando Agartha estaba siendo invadida por Sauromatia, al inicio de la guerra.
Shalim tenía que morir de forma violenta, y por eso en el campo de batalla se presentó el en primera linea solo.
Tenía que atraer las flechas piedras y lanzas y morir, después sus guerreros se interpondrian entre él y el enemigo.
El portal de agua estaba defendido por una pequeña guarnición de Arco. Pero tambien estaba el señor de los espectros que había sobrevivido.
Tal y como esperaba las piedras y flechas se fijaron en él. Pero la batalla se libraba en la oscuridad y los onderos de Arco no acertaban. Pronto los guerreros sagrados sobrepasaron a Shalim y empezaron a luchar con el enemigo.
En la oscuridad pusieron pronto a la fuga a la primera linea de defensa de Arco, pero por fortuna sus onderos seguian centrados en Shalim. Y al final una onda dió en él y le mató. Shalim recuperó su vida aunque no de sus héridas. Tenía año y medio más a sus espaldas, y algunas de sus héridas se podrían curar.
Pero aun había que acabar esta batalla.
Los guerreros sagrados fueron eliminado a todas las tropas de Arco, además de los muertos resucitados por el señor de los espectros, y en poco pusieron al ejercito de Arco a la fuga. A todos menos a uno, el señor de los espectros.
Este eliminó a suficientes guerreros sagrados para que se pusieran a la fuga. Solo quedaron Shalim y él en le campo de batalla.
Mientras Shalim lanzaba hechizós hasta su extenuación, el señor de los espectros hacía resurgir a muertos. Shalim estaba demasiado exhausto para huir, y los muertos le dieron caza, acabando con él para siempre.
Leta escribió:Pero por lo que veo salen todos desquiciados como los tartarians. Tendrías que usar un Restore Soul o algo así.
Creo que el Restore Soul sirve para hacer comandantes a los Tartaros que salen como tropa, pero que no quita el "tag" de Shatered Soul". Pero tampoco estoy seguro. Sería otra cosa que aprendería.
Hay un conjuro en el CBM para recuperar los Shattered Soul, pero ahora no me acuerdo cual. Creo que precisamente era el Restore Soul.
El portal de Agartha era el cuarto hechizo para dominar el mundo. Al igual que el hechizo de la oscuridad perpetua, al cubrir el mundo en tinieblas las economías del mundo se tambaleaban, y los ingresos se reducían a una décima parte. El mantenimiento de los ejércitos no era posible y las tropas empezaban a desertar.
Pero aun con eso el dios Agartha no estaba satisfecho. Pidió a una de las reinas de los cielos que cubriese el mundo con una tormenta perpetua. Esta aun dañaba más la economía de las naciones, reduciendo los ingresos un 20%. Estaba claro que el dios de Agartha, siendo un dios administrativo quería ahogar al resto del mundo. Lo llevaba planeando desde hacia mucho tiempo.
Nuestras tropas estaban constituidas en su gran mayoría por guerreros sagrados, que luchaban por mucho menos dinero que las tropas convencionales. Hasta nuestros Oráculos eran sagrados. Nuestros amplios territorios y la habilidad de nuestro dios, nos proporcionaban grandes ingresos. Aun asi, incluso nuestra economía tenía más gastos que ingresos.
Nuestro dios pidió a señor de la corrupción que lanzase dos hechizos, uno para alargar nuestra vida, y otro para hacer nuestras tierras más fertiles y aumentar nuestros ingresos.
Para cubrir el mundo con nuestros globales primero habiamos deshecho los goblaes de Arco que dominaban el mundo, pues si no, nuestros propios globales podrían compertir entre ellos.
Pese a todo, nuestra economia sufría. Sin embargo nuestros ahorros nos permitirían mantener el número de tropas actuales durante varios años.
Previsiblemente, el resto de las naciones vería desertar a sus tropas regulares por falta de dinero, sin posibilidad de reemplazarlas. Tendrían que volcarse en evocaciones para tener guerreros con quien luchar.
Pero en el tema de las gemas, tambien gozabamos de unos grandes ingrersos. No solo los sitios mágicos nos proporcionaban unos ingresos cuantiosos de más de 260 gemas por mes,
además en la caverna de los cambios había ya diez magos capaces de lanzar deseos, y capaces de proporcionar 200 gemas adicionales más por turno.
Nuestro dios estaba dispuesto a lanzar otro de los grandes hechizos, el Nexo arcano, para tener aun más ingresos, y poder ver como iba la economia de gemas del enemigo. Pero el único hechizo que no era nuestro, era de Helheim, con quien aun manteniamos un pacto de no agresión.
De hecho, en toda la faz de la tierra con quien no manteniamos una alianza era Arco, que aun sobrevivía.
La guerra de los monos había llegado a su fin, y Kailasa había salido vencedor. Pero aun manteniamos una alianza con ambos bandos, y Helheim no estaba dispuesto a romper la alianza con nosotros hasta que hubiesemos dado fin a Arco.
En nuestras filas contabamos con 21 tartaros, 6 grendelkins, 2 grigoris, 2 señores del infierno, 8 serafines, 2 reyes del fuego, un rey de la tierra, las tres reinas del aire, y un venerado golem venenoso. Todos armados hasta los dientes.
En Agartha aun se sorprendian de que nuestros antiguos aliados no rompiesen el pacto con nosotros. Cada mes que pasaba eran más pobres, y sus ejércitos empezarían a mermar.
Pero cada més que pasabamos en paz con ellos, el mundo se libraba de mágia aun más destructiva. Agartha estaba dispuesto a destruir el mundo para quedarse con él. Si la guerra comenzaba, habia mandado una nota a la caverna de los cambios. “Desear el fin del mundo, desear el armagedon. Cuantas veces sea necesario, para que los pueblos se postren ante mi.”
Esto acabaría con la población, y cualquier fuente de ingresos. Los guerreros de las otras naciones acabarían pereciendo, y los magos que no estuviesen protegidos tambien. Nuestro guerreros sagrados, y nuestros Oráculos probablemente sobrevivirian. Asi como todas las grandes bestias. Pero el resto perecería.
En invierno del noveno año de ascensión, primero Helheim y luego Kailasa, desistieron de su intento de ser dios, proglamando a Agartha el único y verdadero dios, sin que hubiera sido necesario derramar ni una gota de sangre de nuestros aliados.
Leta escribió:Pero por lo que veo salen todos desquiciados como los tartarians. Tendrías que usar un Restore Soul o algo así.
Creo que el Restore Soul sirve para hacer comandantes a los Tartaros que salen como tropa, pero que no quita el "tag" de Shatered Soul". Pero tampoco estoy seguro. Sería otra cosa que aprendería.
Hay un conjuro en el CBM para recuperar los Shattered Soul, pero ahora no me acuerdo cual. Creo que precisamente era el Restore Soul.
Me interesa el tema de curar lo del Shattered Soul. Con restore Soul haces comandante a los Tártaros, pero no les curas la locura. ¿Será verdad la canción esa de la locura no tiene cura?
Muchas gracias por el AAR, lo he seguido día tras día y... es una excelente demostracion de como prevalencen los burócratas sobre militares, religiosos, cientificos, industriales et al.
El juego debe ser hermoso, como una guerra bien ejecutada--Unseen Academicals, T.Pratchett
La estupidez real siempre vence a la inteligencia artificial--Hogfather, T.Pratchett