
Echo de menos algún AAR por alguna parte. Eso ayuda mucho, porque puedes ir estudiando el reglamento a medida que entras en cada fase, pero las posibles estrategias y motivaciones...
Todo se andará.
Moderador: Moderadores Wargames
lecrop escribió:Tema tangencial y ya sabido pero confirmado repetidamente.
Menuda mierda el mundo de los libros electrónicos. Cada vez que busco algo me doy cuenta de que es un mundo en pañales. Y no hablo de cosas piratas, hablo de comprar legalmente.
Buscar algo de la Revolución Francesa, buscarlo, que vais a flipar. ¡Ah! es verdad, que es una parte de la historia sin interés y muy poco importante...
Eso sí, las sombras de grey y su p*ta madre en un trillón de ediciones.
Os dejo, me voy a ver el Sálvame a ver si me culturizo légèrement. Feliz Navidad Ciudadanos.
Tiene fotos?lecrop escribió:Me estoy leyendo "La Revolución Francesa, 1789-1799" de Peter McPhee, y no puedo más que recomendarla, me parece excelente, erudita en su punto justo, con muchas citas de contemporáneos del momento que la hacen muy amena y con un enfoque postrevisionista. Además no es demasiado extensa (274 pags.).
Sí, el de Soboul uffSchluiffen escribió:274 paginas de un libro sobre este tema es un lujo, gracias por el aporte. Me gustaría volver a la epoca ahora que se me ha pasado la indigestión que pillé con michelet y soboul...
De acabado nada, que jugar a esto tantos novatos y por correo es pausado porque vamos paso por paso.lecrop escribió:Por cierto ¿habéis acabado la partida, como va?
Nótese que esto está escrito por un reaccionario simpatizante del criminal Capeto.Schluiffen escribió:De acabado nada, que jugar a esto tantos novatos y por correo es pausado porque vamos paso por paso.lecrop escribió:Por cierto ¿habéis acabado la partida, como va?
Empezamos ahora el turno 4 (01/04/1793-30/09/1793), el ecuador del juego. Se viven tiempos aciagos para la Revolución![]()
Los deseos de legitimación de la nueva Asamblea Nacional ante el resto de Europa lograron catalizar en un acuerdo para la declaración de guerra a las potencias absolutistas que con el evidente apoyo de miembros del gobierno Feuillant y del propio Louis XVI hacían crecer la inestabilidad del país. Ante esto, la corriente de la Gironda pasó a controlar el gobierno pero se produjo un inesperado levantamiento del pueblo parisino que pasó a controlar la capital desde los órganos municipales (Commune) atendiendo a los intereses de unos pocos exaltados. Posteriormente el imparable avance de los ejércitos extranjeros hacia París y la ingobernabilidad de la ciudad obligan a reformar el sistema de gobierno concentrando los poderes ejecutivo y legislativo en una Convención Nacional con representantes de marcado color revolucionario. Se declaran sin efectos los poderes del Rey, encerrándole junto a su familia en la torre del Temple tras un fallido intento de huida y se persiguen a los enemigos del nuevo orden establecido. Sin embargo esto no consiguió unir a la población en la causa común y la mayor parte de los ciudadanos no prestan su apoyo a este órgano declarandose abiertamente favorables a la restauración borbónica. Finalmente, tras una serie de derrotas y deserciones de los ejércitos revolucionarios se produce la llegada del ejército austriaco al corazón de Francia que sofoca la resistencia popular y comienza a perseguir a los exaltados. El gobierno y los representantes de la Convención huyen a Rouen llevándose prisioneros a la familia real...