Mi aliado no considera oportuno ayudarme en esta guerra, a pesar de que ello supone quedarse solo contra Fomoria-Tyr, que han demostrado tener una alianza sólida.
Yo ya llevaba como 20 turnos pasándolo muy mal, y le advertí hace tiempo a JmBesada que debía entrar en guerra con Fomoria o Tyr antes de que fuera demasiado tarde y éstas se naciones se hicieran demasiado fuertes a mi costa. Pero desoyó mis advertencias y prefirió atacar a Tien Chi, un rival muy débil, y luego esperar a que yo me desangrara haciendo el máximo daño posible. Eso es justo lo que he hecho, porque quería ayudarle todo lo que pudiera, pero las cosas tienen un límite y yo no estoy dispuesto a seguir perdiendo el tiempo (tardo varias horas en hacer un turno) mientras Ludden y Colebrook se divierten a mi costa y JmBesada se queda plácidamente viendo mi derrota.
JmBesada cree que cualquier agresión suya supondrá una derrota, y por eso no quiere entrar en guerra con nadie. Es una cuestión de supervivencia en su opinión. Pero yo creo que si hay una opción de sobrevivir, por pequeña que fuera, era precisamente atacar a la alianza Fomoria-Tyr mientras yo los tenía entretenidos. En fin, cada cuál es libre de llevar su estrategia como quiera.
La partida ha estado bastante pero me ha exigido demasiado. Lllevo 83 turnos seguidos en guerra sin ni un solo descanso, y a veces contra 4 y hasta 5 naciones a la vez. En total he combatido contra 8 de las 13 naciones de la partida. La única guerra que provoqué yo fue contra Ermor, al que creía unido a Fomoria -fue un error mío-, y aunque es cierto que yo ataqué primero a Fomoria, fue porque sabía que venían a por mi de tres en tres.
En esta partida creo que ha quedado demostrado el potencial de Marverni. Han hecho falta un montón de naciones y una alianza muy poderosa para acabar con ella, e incluso así aún podía hacer mucho daño si Niefelheim se hubiera decidido a atacar.
Por algún motivo -seguramente por las estadísticas on-, he suscitado la ira de un montón de gente. Tan sólo he tenido dos aliados en toda la partida, y no me han ayudado mucho. El primero fue C'tis, que realmente no pudo ayudarme nada porque estuvo en guerra contra Ermor al msimo tiempo que yo y cuando yo pude ayudarle ya era tarde.
Mi otro aliado ha sido Niefelheim, que distrajo algunas tropas de Arco en mi primera guerra pero que mantuvo una guerra de perfil bajo; y luego atacó a Tien Chi pero muy tarde y después de que yo hubiera logrado contenerlo cuando me atacaron los tres. Ha seguido una estrategia muy inteligente, sin arriesgar apenas y llevándose bien con todo el mundo. No tengo nada en contra de eso aunque me he sentido un poco abandonado en este final de partida, cuando todos mis esfuerzos han ido dedicados nada más que a tratar de pagar su ayuda haciendo todo el daño posible.
Por otro lado, hay que decir que Colebrook y Ludden han jugado una partida excelente, sin apenas fallos, sin prisas y con una alianza fuerte que probablemente no tarde demasiado en acabar con los restos de Marverni para lanzarse sin miedo a por Niefelheim. Hay que darles la enhorabuena porque han jugado muy bien y se merecen la victoria, independientemente de quién gane.
Creo que merece la pena comentar la estrategia de Ludden. Ha seguido las recomendaciones de las guías: raidear como loco aprovechando el combo Aire+Glamour en sus thugs. Esto ya fue muy criticado en los foros de Shrapnel porque no hay modo de parar eso, no al menos con un coste razonable de recursos. Yo he probado varias cosas -Mind Hunt, arcos mágicos, Earth Attack, hechizos de fatiga...- y no ha funcionado ninguna. No es una estrategia ganadora por si sola ni mucho menos, pero el puteo es considerable e imparable y termina por aburrir a cualquiera. Cuando Ludden ha movido sus ejércitos de verdad, ha salido escaldado.
El problema es que esa estrategia venía seguida de una ofensiva muy potente de Fomoria, de modo que Ludden me aburría jugando al gato y al ratón mientras Colebrook me dejaba sin ejércitos, sin objetos y sin provincias

Pero bueno, la partida ha resultado así y no hay más nada que hablar ni objetar a la victoria Ludden-Colebrook.
Suerte a los tres que quedais en la partida.