En fin... Con el debido respeto, estoy hasta las narices de la gente que invoca sus batallitas de la mili para argumentar sus comentarios, negativos, acerca del Ejército, de la "casta militar" y de "los altos mandos". El Ejército de hoy en día, en casi todos los aspectos, tiene poco que ver con el Ejército al que yo me uní en 2002, así que imaginad lo que tiene que ver con las venerables batallitas de la mili. Sería de agradecer que los que tanto las invocan continúen haciéndolo, no hay problema, pero que sean conscientes al hablar de que lo que dicen está al nivel de "abuelo Cebolleta" y poco más, con muy poca vigencia y casi ninguna validez.
Por otro lado, además resulta que estoy casado con otra militar, y mi mujer, con dos años de servicio menos que yo, no ha tenido hasta el momento ningún problema más allá del interés normal que un hombre pueda sentir por una mujer, y desde luego nada que no se pueda cortar con un "no me interesa". Además, subscribo totalmente lo que dice Rommel:
En el ejército la integración de la mujer ha sido completamente natural. Yo he tenido jefes mujeres excepcionales. Subordinadas mujeres ejemplares. Y su relación con sus compañeros hombres ha sido completamente normal, tanto en España como en las guerras en las que he estado. COMPLETAMENTE NORMAL!
Si eres problemático, da igual el sexo que tengas. Vas a crear problemas.
En estos 13 años y 4 regimientos que llevo hasta la fecha (en sitios tan dispares como Tenerife, Las Palmas, Burgos y Valencia) he tenido sólo noticia directa de un caso de acoso sexual, que se saldó con una condena judicial firme para el capitán en cuestión.
En cuanto a la comandante Cantera (Zaida, la llaman algunos con impropia confianza) no se le niega la razón que el juez le concedió en la denuncia al que fue su teniente coronel... pero el caso posterior es diferente (por el que luego alegó acoso laboral), y la sanción es la que cualquiera podría esperar de hacer lo que ella hizo. En todo caso, yo también la conocí. Y no, no me pareció una buena profesional.
Por último, los militares no somos seres de luz, perfectos e infalibles: como en todos los gremios, hay gente excepcional, gente mediocre y gente lamentablemente pésima. Pero en general, y si he de dar mi opinión, la gran mayoría de los que he conocido son gente decente y honrada. Ya quisieran otros gremios poder decir eso.
Ultima Ratio Regis.