
Escena de la guerra de los treinta años. Josef Heydendahl.
Hola, compañeros de juego. Abro otro AAR, esta vez al Thirty Years War del forero Leibst, otro juego de AGEOD dedicado a una guerra bastante olvidada en los juegos de guerra. Un juego en el que además podemos manejar a los temibles tercios españoles. En todo caso yo haré de protestante y Manolo (Piolín) será el católico. Aunque trataré de abarcar ambos bandos, espero que Manolo se pase por aquí de vez en cuando y nos aclare su visión de las cosas y el porqué de sus decisiones.
El juego empieza en septiembre de 1618. En esta primera etapa del juego, la rebelión de Bohemia, la acción se centrará en Bohemia, Moravia y Austria. El resto del tablero de juego se irá desbloqueando a medida que pase el tiempo.
Historia previa. La revuelta de Bohemia.
Un grupo de la nobleza protestante se rebela en Bohemia frente a la católica casa de los Habsburgo por el control de la corona del país, dando lugar a la revuelta de Bohemia, un conflicto que duraría tan solo dos años pero que prendería fuego al caótico y largo conflicto que sacudió el Sacro Imperio Romano Germánico que se vendría a llamar la guerra de los treinta años. Treinta años de guerra que esquilmaron Alemania y que son una muestra del daño que el fanatismo religioso y la codicia pueden llegar a hacer.
Las tensiones ya existentes entre católicos y protestantes aumentan cuando los Habsburgo proclaman rey de Bohemia a Fernando II de Estiria en 1617, conocido por su fervor e intransigencia. Su intención de acabar con la tolerancia religiosa, la reintroducción de la servidumbre y la orden de cesar la construcción de templos protestantes no ayudaron precisamente, por lo que un grupo de nobles protestantes descontentos, liderados por el conde Matías de Thurn, preparan la tercera defenestración de Praga el 23 de mayo de 1618 para mostrar su rechazo. Los representantes de la aristocracia protestante irrumpieron en el castillo de Praga, donde capturaron a dos gobernadores imperiales y a su secretario y los lanzaron por las ventanas, cayendo sobre un montón de estiércol que había en el foso. Ninguno de los tres resultó herido de gravedad y pudieron escapar, algo que parece y pareció ciertamente milagroso para los católicos.

La defenestración de Praga. Matthaus Merian el viejo.
La respuesta de los Habsburgo fue la de la indignación y ambos bandos se prepararon para resolver el conflicto por las armas buscando sin demasiado éxito apoyos exteriores. Por parte católica España y el Papa Paulo V consideraban que la rebelión no era cosa seria y no apoyaron al rey Fernando II ni al emperador Matías. Por parte protestante, como veremos a continuación, sí que se logró una pequeña ayuda que sirvió para que los protestantes tomaran la iniciativa y partieran con una ligera ventaja. Y así empieza la partida: cuatro meses tras la defenestración de Praga y con ambos bandos preparándose para pelear.