
Estamos en paz. No es la Pax Romana, en este caso es la Pax Hispana, forjada a fuego y espada.
Nuestros enemigos tiemblan. Solo tres osan a mostrarse indignados con nuestras decisiones: Zenata, Zirid ( aliado nuestro), y Francia (amigo de un aliado).
El juego se muestra importante en cuanto a las decisiones diplomáticas que se toman, pero tarde o temprano la facilidad con que la IA sopese tu posible victoria llevará a romper alianzas para intentar frenarte, lo que es lógico ya que solo hay un objetivo: ganar.

Económicamente vamos fluyentes, así que con fondos en la saca estatal podremos ir mascullando nuevas conquistas.

Ya que los Pirineos son una buena barrera natural, y no veo naciones en potencia de atacarnos por el Norte sin ser Francia, y por mar es otra alternativa pero dudo que eso ocurra, creo que lo más obvio es seguir con una expansión por el Norte de África y llegar a las puertas del Imperio Bizantino.
Sí, ese va a ser el objetivo, aunque por el camino un hueso duro habrá que roer:
Los Fatimidas
