El título está enfocado al mazmorreo y al combate, como el Tales of Maj'eyal, aunque es mucho menos complejo que este y posiblemente con menos contenido dada su juventud en el mercado. Eso sí, es algo más vistoso, como podéis ver en las capturas de pantalla.
No existen quests en el juego, en eso es muy libre. Simplemente te sueltan en el mundo con la finalidad de encontrar unas reliquias que sirven para actualizar la academia de luchadores a la que perteneces, para así derrotar a una raza enemiga que vive en la parte exterior del mapa. El resto lo haces tú.
El juego tiene dos dificultades: El modo héroe donde el progreso es persistente, por lo que salvo el personaje, no pierdes lo que consiges en la academia cuando mueres. El otro es el modo Hombre de hierro, en el que cuando tu héroe muere, todo el progreso que hayas conseguido desaparece. Es el modo roguelike por así decirlo más puro.
No he jugado mucho, aunque he de decir que engancha bastante. Igual no al nivel del citado Tales of Maj 'eyal, que llega a un punto que se puede considerar casi ilegal, pero casi. Del tipo de juegos que como no lo controles te controla a ti y el tiempo pasa sin que te des cuenta.
En cuanto al contenido no sabría decir mucho salvo lo que anuncia en su página, que es no poco (aunque no es comparable con otros juegos del género con más desarrollo a cuestas, eso sí). Es relativamente nuevo, ya que tan solo lleva en el ruedo desde el 2014 y estuvo en Acceso anticipado hasta hace poco, pero de momento lo siguen actualizando con asiduidad. Así que igual está funcionando bien.
Respecto a la jugabilidad, al principio es algo difícil, y hay bastante bicho élite que de dos o tres golpes te pone fino, pero con un poco de cabeza no es un escollo insalvable. Solo tienes que tener un poco de cuidado en algunos momentos y saber retirarte a tiempo. Esto supongo que cambiará según vayas encontrando las reliquias y actualizando la academia, pues existe heredabilidad entre personajes. Es decir, si desbloqueas cierta habilidad por medio de una reliquia, el siguiente personaje con el que juegues dispondrá de esa actualización. En este sentido no puedo decir mucho ya que he jugado solo muy poco y apenas he encontrado dos reliquias. De todas formas, tampoco es algo por lo que preocuparse, ya que morir es el sello de identidad de este tipo de juegos.
Lo veo bastante apto para el que quiera iniciarse en este tipo de juegos, para después si le gusta el género meterse con cosas más complejas como el Tales o con el ADOM, por poner dos ejemplos.
Os dejo unas cuantas capturas, para que lo veáis un poco.
El aspecto gráfico está bastante cuidado. Este personaje es un mago que he probado cuando escribía esta pequeña reseña.

La creación de cualquier personaje se hace de modo aleatorio. Hay una tirada de dados y con lo que te salga te tienes que apañar.

Después tienes que elegir las habilidades. No sé si estas cambiaran según se vaya actualizando la academia porque en la página del juego hablan de 75 habilidades únicas.

Este es el momento en el que mi personaje actual se encuentra con la tumba de un heroe que cayó en la partida anterior en esa misma mazmorra. Esto es un puntazo. En algún roguelike ya he visto el detalle, así que no es del todo original, pero no deja de ser curioso.

Así es la gestión del inventario. Es muy gŕafica y se asemeja a la de los juegos de rol tradicionales.

Las habilidades.

Y el mapa. Muy clásico y gŕafico también.

Se nota un mimo por el detalle para ser un roguelike, tanto gráficamente como por usabilidad. En ese sentido es bastante accesible para el jugador nuevo. Hasta puedes utilizar un gamepad si te es más cómodo que el teclado y el ratón.

Cuando te matan a un héroe sale esta pantalla. Aunque veáis el conteo de la experiencia a 0, normalmente no es así.

Después en el propio juego podrás ver su estátua del personaje caído, a modo de homenaje.
Por cosas como esta y la ya citada de la tumba, tiene toda la pinta de ser un juego en el que se están cuidado mucho los pequeños detalles.
