Un relatillo que tenía por ahí...

[Kal]

... y que Rommel me ha recordado que existía.

Para los que gustan de los carros:


No vieron el Volga

Hoy es catorce de diciembre de mil novecientos cuarenta y dos. Estoy en las afueras de Verjne-Kumski, vamos a liberar al Sexto Ejército de Paulus, al que los rusos han conseguido arrinconar temporalmente contra el Volga en Stalingrado.

Hoy hemos levantado el erizo a las cinco cuarenta y cinco, el Oberst Hunersdorff nos ha dirigido una arenga por radio antes de arrancar motores y desplegarnos para iniciar el avance hacia el noroeste. Hasta casi mediodía la cosa ha ido razonablemente bien, hemos avanzado a buen ritmo para las condiciones del terreno y los cadáveres que encontrábamos tirados eran, en su inmensa mayoría, rusos. Los de la luftwaffe han pasado por aquí, este paisaje es inconfundible, siempre lo dejan todo de puta madre para que nos quedemos atascados en sus cráteres.

Hacia mediodía hemos visto a lo lejos una formación de carros, serían alrededor de cuarenta. Al verles dimos por hecho que se trataba de elementos de la Veintitrés División. A unos 600 metros… Achtung!!!!! T-34!!!! Estaban pintados de blanco con numeración negra en los costados. Al vernos, la infantería empezó a saltar de ellos, esas cucarachas parecen salir de sus tripas mecánicas, son como jodidos hormigueros móviles.

Continuamos en movimiento; nuestros equipos son mejores que los rusos y les cuesta mucho acertarnos en estas condiciones.

El baile: ajusta a 550, clávalo, listo!!!, fuego!!!. Blanco!!!. Perforante. Diez a la derecha, clávalo, listo!!!, fuego!!!!. Blanco!!!. Dale otra vez a ese, y ojo, el siguiente quince grados a la derecha, ¿vale?. Perforante. Es casi siempre lo mismo, no tienen mucho que hacer contra nosotros, si no fuera por el frío que hace en este asqueroso país de caminos de cabras y humedales ya habríamos terminado con esto. Eso y que cuantos más carros destruyes más te encuentras en el siguiente fregado, tienen que estar en las últimas por cojones.

Un combate de carros huele a tubo de escape, explosivo, aceite y gasolina, carne y metal chamuscados. Huele a sudor, a vino y café derramados por el carro y a veces, si la cosa se prolonga, a meados o peor aún.

Me pasa un proyectil por encima de la cabeza y desde mi espalda viene una lluvia de cristales de hielo y metralla, pásame otros cascos, coño, no oigo nada. Joder, me ha cortado el cable a la altura de las pelotas, joder. Deja de meneártela y no me tengas media hora esperando, que uno de estos nos va a joder vivos. A ver, avanza treinta, torreta a la derecha, ¿ves el que recula?, perforante, dime algo, fuego, corto, dale otra vez. Coño, a las once, fusiles anticarro entre las matas, dales con la MG, tú a lo tuyo, y tú perforante y remátalo, quítame a esos mamones de en medio o nos quedamos aquí.

Según las normas no debería asomar la cabeza en estas condiciones, pero qué cojones, si no te asomas un ruso termina acercándose y te asa vivo con una de esas botellas incendiarias o te coloca una magnética y adiós, al hoyo de los callados.

Me cago en la puta. Atrás veinte metros, mete el culo en esa zanja, por la derecha dos carros, cincuenta infantes. Giro la MG y la sierra mecánica empieza a partir rusos. Me gusta este trasto. A ellos me parece que no tanto. Hiwi, prepárame más munición y saca la gaita de ahí cagón, como se acerque alguno nos jode la fiesta y a ti te corta las pelotas para empezar. A las doce, fuego. Perforante, mismo blanco, aún colea. Dime algo, fuego!!!. Blanco!!!. Venga tranquilos, no hay más carros a la vista. Aguantamos la posición, vosotros dos fuera, granadas y subfusiles, uno a cada lado, a veinte metros. Agáchate joder. Cambia a fragmentación. Los árboles, están entre los chopos de las tres. Fuego, fuego, coño!!!.

¿Qué?, a ver, capitán repita eso, tengo aquí un fregado de puta madre, no le he oído bien. ¿Reunión por secciones? Pero si esto está listo, hemos abierto brecha. Sí, sí, a la orden. Vamos para allá.

Me cago en la leche, reunión. A ver, moviendo el culo. Vosotros dos, arriba, nos largamos. Saca el carro de aquí, diez adelante, gira por el sendero y atrás a toda mecha sin dejar de tirar contra esos árboles, reunión a quinientos metros, sudoeste. Sigue de culo al número seis, y como pares la MG te corto los huevos.
Me dicen que entre todos hemos dejado treinta y dos carros despanzurrados en esta acción. Está bien. Esta noche o mañana por la mañana habremos alcanzado Stalingrado.

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El Oberfeldwebel Schumann de la 6ª División Panzer murió junto a toda la dotación de su carro en un combate contra trescientos T-34 en las inmediaciones de Verjne-Kumski. Fueron inmovilizados por una mina magnética que les arrancó el eje trasero y la transmisión, la había colocado el Sargento Alexéi Petrov, el mismo campesino uzbeko que volvió inmediatamente después para introducir dos cócteles molotov por la escotilla superior de la torreta; el jefe de carro ya había muerto por disparos de ametralladora, tuvo suerte.

Ni Schumann ni sus cuatro compañeros y el hiwi que les acompañaba llegaron a jamás a Stalingrado, no vieron el Volga, el 6º Ejército quedó allí para siempre, la Operación Tormenta de Invierno jamás se pudo completar y… lo demás es historia.

[Andresc_84]

interesante relato, por un momento me senti parte de la tripulacion del tanque....afortunadamente por el final que tuvieron no lo fui.....