Dejo post antes de desconectar para el que termine hasta arriba de cuñados/as pesados, chiquitos sin parar y mismas conversaciones año tras año; pueda aprovechar con un rato de lectura amena (o eso espero).

Aprovecho también, para felicitaros las fiestas.
CAPÍTULO 2: Puesta en Marcha
Otro día se alza en este recóndito lugar a orillas del mar Caspio. Al sur, las altas montañas separan nuestros dominios del resto de tierras de nuestro señor, dando lugar a una meseta cuyo paisaje desértico se va haciendo más árido conforme se aleja uno más hacia el sur.
Los problemas que se plantean son muchos, quizás para otros líderes y teniendo en cuenta la gran cantidad de amenazas, el simple hecho de sobrevivir de manera neutral ya sería todo un logro vital, pero nuestro líder Rostam tiene ambiciones que van mucho más allá de lo razonable. Como descendiente de aquella figura casi de leyenda, fundadora del imperio persa sasánida, su mayor deseo es devolver los tiempos de gloria a Persia bajo los usos y costumbres anteriores a la invasión de los árabes musulmanes.
Es por ello que podemos enumerar un listado de problemas y ventajas a destacar antes de comenzar la andadura:
PROBLEMAS
1-No somos un estado soberano, sino que estamos dentro de un emirato chií cuyo señor no es muy favorable a nosotros.
2-Somos de religión zoroastra en una región con mayoría de líderes musulmanes NO TOLERANTES.
3-Nuestra heredad de Tabaristán cuenta con unos niveles de fuerte muy mediocres, por lo que estamos expuestos a que los saqueos enemigos sean más efectivos.
4-A pesar de que el zoroastrismo, es una religión reformada (al estilo del cristianismo, judaísmo o Islam), siglos de conquistas enemigas han hecho que los pocos seguidores se hayan dispersado perdiéndose muchos de los lugares sagrados. Esto hace que la autoridad moral del Zoroastrismo sea muy baja en estos momentos, lo que se traduce en la aparición de herejías.
5-Comenzamos con sólo 47 monedas de oro, una cantidad que no cubre ni siquiera el 50% de los costos de reclutamiento de la compañía mercenaria más económica de todas.
6-Escasez de líderes con nuestra misma religión.
VENTAJAS
1-Somos el vasallo más poderoso de nuestro señor, el emir de Alavid, con dos territorios en nuestra propia heredad y una fuerza que suma el 48% de los efectivos totales del emirato.
2-Estamos flanqueados por los dos únicos líderes independientes zoroastras. El marzpanato de Gilán al oeste y la satrapía de Karen al este.
3-Somos del linaje de Sasán. Esto se traduce en una bonificación de relación con todos los personajes de cultura persa (independientemente de la religión), más un aumento mensual de prestigio.
4-La ruta de la seda pasa por nuestros dos territorios dejando una buena capacidad de recolección de ingresos. Siempre y cuando la ruta se mantenga abierta.
5-No somos el objetivo inmediato de nadie al inicio. Lo que no quita que seamos barrido en 1 año.
A pesar de que casi igualamos en número problemas/ventajas, hay que decir que los problemas pesan muchísimo más que las ventajas que tenemos. Ya de inicio auguro que para poder completar esta campaña lo mejor posible vamos a necesitar:
-Hilar muy muy fino con la diplomacia.
-Estar preparado para combatir siempre en inferioridad y al detalle con tema terreno.
-Sacar grandes cantidades de oro.
-Estar dispuesto a arriesgar todo a una carta en momentos cruciales.
Nuestros objetivos a corto van a ser en este orden:
1-Asegurar nuestra estabilidad y supervivencia inmediata.
2-Generar muchos ingresos
3-Expandirnos con posiciones más seguras.
Dicho esto, vamos a darle un ojo a nuestro personaje y a como comenzar a explotar la partida.
Rostam Bavandid es la cabeza visible de la dinastía Bavanid, descendientes de Sasán fundador del antiguo Imperio Persa Sasánida. Con 22 años, nuestro personaje cuenta con unas buenas características globales, destacando marcial (14 personal; 30 corte) y administración (10 personal). Actualmente somos el mayordomo de nuestro señor (asesor financiero).
Nuestros 'traits' (habilidades) son también muy positivas.
-Experto combate: que nos da marcial y combate personal.
-Toleracia por el Islam: que mitiga la penalización de relaciones con personajes musulmanes.
-Paciente: que nos da administración, diplomacia así como características de combate
-Justo: Un muy buen 'trait' que nos sube un poco de todo.
-Lujurioso: Ideal para tener muchos hijos, aunque penaliza un poco de piedad.
-Valiente: Muy buen 'trait' para combate personal y marcial.
A parte de esto, vemos que nuestro personaje ya empieza con un hijo heredero, así como de un hermano con muy buenas habilidades militares. Lo primero que vamos a hacer es selecionar las ambiciones y deseos que Rostam va a tener.
Como ambiciones, vamos a seleccionar el crear un cofre de guerra. Siendo nivel de conde (jeque, marzapán...) el requisito es conseguir 300 monedas de oro y a cambio tendremos un modificador de un +10% en impuestos nacionales. Teniendo en cuenta que uno de nuestros objetivos es sacar muchos ingresos, es imprescindible trabajar esta ambición.
Sobre deseos, teniendo en cuenta que mi personaje ya cuenta con un +14 personal en marcial, creo que es mejor ir por Negocio (+2 administración y +20 opinión del pueblo) ya que al subir administración ganamos más impuestos, pero también este deseo nos abre la puerta a eventos comerciales.
Por último intentaremos casarnos con Farah, la hermana del sátrapa de Karen. Para el hermano de nuestra personaje, Sorkhab, voy a intentar buscarle una buena moza casadera. En principio nos podemos decantar por estas dos ya que tienen dos muy buenos traits que me llaman (maestra tejedora de redes y maestra diplomática la otra). A pesar de ser de otras culturas y religión (budistas), sus grupos étnicos están dentro de los Iránios, de los que formamos parte nosotros como persas también. Tras valorarlo nos vendrá mejor el espía.
Mientras que los respectivos padres/hermanos se deciden en darnos o no a sus mujeres en matrimonio, vamos a darle un vistazo a nuestro Consejo. En principio sobre los títulos menores hay que decir que pueden parecer algo inútil (con la salvedad de dos o tres) y que salvo cuestiones de rol, no tiene mayor utilidad. Aprovecho para comentar que cuando damos un título honorífico, el personaje en cuestión aumenta su relación con nosotros. En CK2, si tenemos vasallos con relación negativa éstos no nos enviarán sus levas ni su diezmo lo cuál es un problema. Para mitigar esto decido que todos mis vasallos con heredad dispongan de títulos honoríficos. El hermano de mi personaje será el REGENTE, médico de la corte será mi fiel cortesado con +20 de aprendizaje y los comandantes serán los 2 personajes (vasallos o cortesanos) con mejor nivel en marcial y combate.
Con respecto a nuestros asesores, enviaremos al diplomático a Bagdad a intentar mejorar las relaciones con el Califa Abbasí. El asesor militar lo pondremos a reclutar en Tabaristán, junto al mayordomo que se encargará de recaudar impuestos. El maestro de espías lo enviaremos a la capital de nuestro señor para que pueda crear una buena red de espionaje. Finalmente el mohbad (capellán) lo dejaremos persiguiendo herejes ya que nos aumenta piedad mensual.
Con respecto a las fuerzas armadas, podemos contar con unos 1150 hombres aproximadamente sumando las levas de los vasallos. No está nada mal para tener margen de maniobra suficiente desde el que comenzar a hacer cosas.
Por último, y antes de 'empezar' propiamente la partida, nos queda la cuestión de las leyes. Éstas nos van a permitir elegir el tipo de organización que queremos en el territorio, tipo de modelo hereditario, medidas fiscales, etc. Ahora mismo cualquier ley que apliquemos no nos va a suponer una gran ventaja. Por lo general en partidas más tranquilas se puede aplicar de inicio a la rama de centralización con el fin de ir teniendo cada vez mayor control sobre nuestro estado. Esto nos permite aumentar el tamaño de la heredad y el número de vasallos a tener, pero ahora mismo no nos aportaría nada. Por lo tanto he decidido aplicar a las leyes económico/militares, en especial gravando a las ciudades a aportar un porcentaje de tropas mayor a costa de una reducción de impuestos.
En esta región del mundo priman las heredades con una o varias ciudades, por lo que esta medida, si bien de inicio sólo nos va a proporcionar 10 o 15 soldados más, a medio plazo podemos hablar de algunos cientos.
¡HORA DE COMENZAR LA PARTIDA!
Una vez puesto en marcha el contador ya nos encontramos con el primer conflicto de importancia.
El reino de Saffarid le declara la guerra a la satrapía de Tahirid con el pretexto (casus bellis) de 'conquista de Persia'. Aquí ya nos encontramos con el primer dolor de cabeza. Para empezar ya sabemos que un reino de ese EJE que hemos descrito en el capítulo anterior tiene la misma ambición que nosotros, por lo que es probable que choquemos a medio/largo plazo; por otro lado, se lanza a una guerra hacia el oeste, en lugar de entretenerse con los reinos hindúes del este.
A priori, y sobre papel, parece que la guerra estará de su lado, ya que cuentan con casi 2500 hombres más que su rival. A pesar de todo, hay algo que de salir bien nuestros primeros pasos, quizás podamos explotar, pero no quiero adelantar acontecimientos sin saber con que nos vamos a encontrar.
Mientras absorto, meditamos sobre la difícil tarea que ha recaído sobre nuestros hombros, alguien toca en nuestra puerta. Un mensajero trae la buena nueva de que las peticiones de matrimonio que realizamos para el hermano de nuestro personaje, como para nosotros mismos han sido ACEPTADAS. En el caso de Sorkhab (nuestro hermano), ganamos una esposa para él con muy buenos talentos para las artes oscuras y el espionaje, también la posibilidad de formar algún tipo de pacto de familia, pero su señora viene de un pequeño reino en las montañas noreste del actual Afganistán y no tenemos interés en meternos en fregados por esos lugares ahora mismo.
En cuanto a nuestro personaje, la noticia es magnífica. Gracias al matrimonio, podemos proponerle a Vandad Karen formar una alianza sustentada en la unión familiar que acabamos de forjar. Ya se empiezan a esclarecer algunas ideas en mi mente, por ejemplo romper los grilletes que nuestro señor nos tiene puestos. Por supuesto, durante la ceremonia de enlace, decidí quedarme con el dinero que los invitados nos regalaron. Todo el oro de inicio, bienvenido sea.
Un evento nos salta de inmediato. Un grupo de campesinos se agolpan en las puertas del castillo hablando de un dragón en las tierras aledañas. Nuestro personaje se adelanta frente a todos ellos y exclama que no tiene ningún miedo (lo que nos da +1 de Marcial).
De inmediato la respuesta de nuestro ahora cuñado no se hace esperar... ¡Acepta sellar una alianza con nosotros!
¡Y nosotros... vamos a la guerra!
Las buenas nuevas que hemos recibido por parte de nuestro cuñado nos lanzan a intentar acariciar el primer objetivo propuesto; garantizar nuestra estabilidad. La mejor forma de conseguir eso es lograr nuestra independencia política. Es por ello que decidimos, con el respaldo de la satrapía de Karen, declarar la guerra a nuestro actual señor, el emir Hassan.
Sobre papel no creo que haya ningún problema, ya que nuestras fuerzas suponen casi la mitad de la capacidad relativa militar del emirato. De todas formas nuestro cuñado nos reforzará con 6000 o 6500 hombres.
Una vez declarada la guerra, nuestro rival levanta levas y pone rumbo a la provincia de Alamut. Para evitar perder a las tropas de allí, decido dejarlas como parte de la guarnición provincial ya que las tropas del emir llegarán antes de que pueda sacarlas desde allí. Reclutamos a todo hombre en Tabaristán y esperamos la llegada de los bien hallados refuerzos de nuestro cuñado. Con estos refuerzos levantaremos el asedio enemigo en Alamut y pondremos rumbo a la capital enemiga.
Empezamos a asediar la capital enemiga cuando de repente nos llegan informes de que el otro líder zoroastra, el señor de Gilán, ha declarado la guerra Santa sobre el emirato azerí al norte. Sólo podemos desearle el mejor de los resultados.
Tras varios meses de conflicto, ponemos fin al asedio del castillo de nuestro antiguo señor en su capital. Nuestras tropas han apresado al hermano del emir y actual heredero al trono. Junto a estas fantásticas noticias, somos conocedores de que el Califato ha declarado la guerra santa a nuestro antiguo señor, para adueñarse de los territorios occidentales. Obligamos a firmar la paz a nuestro rival y nos congratulamos de habernos 'quitado de en medio' antes de que la apisonadora se pusiera en marcha. A partir de ahora vamos a poder forjar nuestro destino por nosotros mismos.
