“¿No sería mejor conocer antes las fichas y lo que ponen?” Coño, qué buena idea, mi pequeño tarado. A veces, hasta piensas. Venga, vamos a quitarte el miedo de llevar a la muerte a miles de hombres. Aunque los sustos, de uno en uno, como los supositorios.
Vamos a pulsar sobre una ficha, que es de una partida en la que ya he peleado. A la derecha te sale una barra roja con la ficha y sus jeroglíficos debajo. La mayoría se entienden a simple vista (exacto, los 3 bidones son las raciones de vodka) y los que no entiendas da igual, para ellos usa la regla “si no entiendo el icono, ya se lo preguntaré al loro”, ¿Todavía no has comprado el loro? Mal. Compra el loro.
Si pulsas ahora sobre la ficha de la barra surge este rollo patatero:

“¡Madre del panzer hermoso!” Sí, asusta, parece el prospecto del paracetamol. Pero tú te lo tomas sin leerlo, así que aquí haz lo mismo.
Para tu simple y olvidadiza información, te salen a la izquierda los datos de la ficha más explicados y a la derecha la lista de quiénes la forman: número y modelo de los pelotones, sus diferentes cañones, morteros, peluqueros, un señor de Murcia, etc… encima, si pulsas, por ejemplo, sobre el primero de la lista, te sale su foto de cena de navidad, sus características y un montón de siglas que parecen gruñidos de histérica:

“¡Basta, por Dios! ¡Cierra eso!”
Está bien. Tu mente libre de ataduras no necesita nada de esto. Pero para que veas hasta dónde puede llegar la locura dentro de este juego.
"¿Y los numeritos debajo de las fichas en el mapa?, ¿Tampoco importan?" Sí, esos sí. Son tu valor de ataque el de la izquierda y el de movimiento el de la derecha. Supongo que intuyes que cuanto más alto, mejor. Pero da igual, criatura, al ataque y punto.
Si pulsas "z" el de la derecha cambia a tus puntos de defensa. Pero tu no defiendes, eres un machote que ataca como un león. No pulses "z".
Si pulsas "y" te aparece el nombre de las unidades. Pero pasa, que son nombres muy raros.