Es cierto que hubo un momento para ellos, a principios de los 2000, cuando nos ofrecían algo que, en un primer momento, se presentaba como increíble; recrear toda la Segunda Guerra Mundial a nivel estratégico. Pocos juegos, fuera de los tableros, ofrecían esta posibilidad. Sí, la serie Hearts of Iron empezaba a dar sus primeros pasos, pero era en tiempo real, no por turnos, y eso exigía una mayor concentración constante en lugar de poder disfrutar planeando los turnos con calma. Yo mismo jugué incontables horas a una demo que corría por internet cuando aún estaba en el instituto.
Pero su tiempo pasó, y sus clones son incontables. Que si uno de la Primera Guerra Mundial, uno Napoléonico… pero siempre el mismo juego y, con frecuencia, ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Algunos a nivel global, otros centrándose tan solo en Europa. Por desgracia, WarPlan es un clon más. No añade prácticamente nada novedoso, sigue ofreciendo resultados terriblemente abstractos y poco realistas… Sí, en lo estético cambia alguna cosa. El sistema de suministros, la investigación, algo la producción… pero lo primero que sentí cuando empecé a jugar es que era el mismo juego. El de siempre. La única diferencia es que en esta ocasión el foco era el frente del Pacífico, normalmente ignorado en el mundo de los videojuegos.
Es, creo yo, una mala elección de ambientación. Porque estos juegos a nivel terrestre aún pueden dar un poco el pego, aunque sean el mismo juego siempre. A fin de cuentas, es difícil no representar el combate terrestre de una forma al menos verosímil, pero a nivel aéreo y naval… este tipo de juegos hacen aguas por todos los lados. Hay algún cambio respecto a los innumerables clones ya en el mercado en lo que se refiere al combate naval pero… No da mucho más de sí.
Además, la interfaz tampoco es que sea intuitiva. En pleno 2021 tener una interfaz que recuerda a juegos de hace 20 años no incita a jugar o a aprender a jugar. Sí, algún grognard dirá que para aprender a jugar hay que releerse y releerse el manual, pero creo que el juego en sí mismo podría hacer nuestra vida más sencilla con una interfaz moderna y agradable a la vista.
No todo es negativo, claro. La posibilidad de jugar con China en 1937 e intentar frenar al japonés es interesante, ya que por lo general en este tipo de juegos no se controla a un país de forma individual, sino que se controlan enormes alianzas. Con esto no quiero decir que uno pueda jugar exclusivamente con China, porque el juego en realidad sigue ese sistema mil veces visto de Eje vs Aliados, pero la presencia anglosajona en el escenario es casi testimonial.
Otra gran ventaja es que el juego es sencillo. No es muy complicado enterarse un poco de por dónde van los tiros. Esto hace que, contra la IA, puedas jugar una campaña en no muchas horas y poder incluso vencerla sin tener que hacer un ejercicio absurdo de min-maxing.
En general, no puedo decir mucho más del juego. No me ha gustado, pero en general creo que este tipos de juegos no me aportan ya nada. Esto no quiere decir que sea un mal juego, pero sí es un juego que he visto miles de veces y que no puedo darle otra nota más que un 5 pelado
