Y chispún....
Un placer combatir de nuevo con mi viejo enemigo en el desierto. Me ha hecho sufrir mucho al mandarme al chatarrerro la mitad de mis flamantes cazacarros. Débiluchos pero con un cañón decente. No ha terminado por pasarme por encima por el espectáculo en el aire que han organizado mis pixelpilotos de la Luftwaffe, con sus picados, sus tirabuzones y sus duelos imaginarios con cazas aliados, sin soltar ninguna bomba y muchas octavillas. Total, que la táctica ha debido de funcionar porque los trescientos shermans han detenido su avance y se han dedicado a cubrir el avance de su infanteria hacia las trincheras alemanas llenas de polvo y arena, sin dejarme asomar el hocico donde mis cazacarros se han parapetado
¡Cómo se echa de menos el buen barro de Flandes y de la Champagne!
Perdonen la tardanza pero ya saben que por aquí, por el frente sur, el tiempo transcurre de forma diferente a Centroeuropa o Eurasia. Pachangueo mediterráneo, hora de té e intercambio de baratijas en los intermedios de la batalla por parte de mercaderes locales.
Supongo que el Reich seguirá anclado en Africa tras esta pequeña (ejem) e insignificante (ejem, ejem) derrota.
