
Mucho se ha dicho con respecto a cómo Israel “aceptó” el Plan de Partición de Naciones Unidas, y los Arabes lo rechazaron, así que lanzaron una ola de propaganda anti-Arabe, que ha obsesionado por medio siglo, el debate sobre los derechos inalienables de los Palestinos.
El argumento, lanzado por los israelíes va más o menos así: Israel se comprometió y aceptó la mitad de Palestina bajo al Mandato Británico. Los Palestinos y los Arabes rechazaron el compromiso provocando los sucesos que dieron lugar a la pérdida siguiente.
Aunque no ha sido precisamente así. Y, no empieza el 29 de noviembre de 1947, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas, someramente aprobó la Resolución de Partición.
Por lo tanto, el voto real tuvo verificativo el 8 de septiembre de 1947, cuando el Comité Especial de Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP) expidió un reporte polémico de solicitud a la partición de Palestina. Los miembros disidentes del UNSCOP, que estaban en desacuerdo, endosaron una “Solución Federal” (Federación Jordano Palestino) en la cual judíos y Arabes se harían cargo juntos de Palestina.
¿Pero por qué se recomendó la partición de Palestina?.
La banda de Haganah, había presentado un plan detallado para ocupar la mayoría de Palestina del mandato y habían proporcionado información por adelantado de los Planes Británicos para retirarse. Es más contaban con la seguridad por parte de los Británicos, y de los Estados Unidos, que el Estado de Israel recibiría reconocimiento internacional y el respaldo de las Naciones Unidas.
La banda de Haganah estaba recibiendo armamento, a miembros sionistas de Europa, con la ayuda de los Británicos, y también de los Norteamericanos, mientras los británicos mantenían un bloqueo casi hermético a los voluntarios Arabes, que trataban de fluir hacia Palestina para luchar al lado de los Palestinos irregulares.
En contraste, los ejércitos de los Estados Arabes vecinos tenían prohibido por los Británicos entrar a Palestina, mientras los voluntarios judíos armados fluían dentro bajo la vigilancia Británica. (El 24 de marzo de 1947, la Liga Arabe acusó a Bretaña y a los Estados Unidos de interferir culpándolos de las condiciones deterioradas).
Pero Israel necesitaba el plan de partición y sabía de antemano que éste no era aceptable para los Arabes porque los aliados de los Arabes de UNSCOP, habían conducido la oposición durante los debates del comité.
Era muy sencillo. Si Israel aceptaba la Partición y los Arabes no, Israel estaría libre de continuar su arrebato de la tierra en forma militar y agresiva. Si los israelíes aceptaban la “Federación”, se verían forzados a parar sus avances militares y a perder la esperanza de un Estado Independiente.
Reuniéndose en Sofar, Líbano, del 16 al 19 de septiembre, la Liga Arabe hizo lo que los líderes judíos esperaban, denunciaron el Plan de Partición del UNSCOP. La Liga Arabe formuló un argumento fuerte, puntualizando que el llamado “Estado Judío” consistía de una mayoría Palestina de Cristianos y Musulmanes. El plan inoperante proponía dividir Palestina en seis regiones separadas.
Los Estados “Judío” y “Arabe” cada uno consistiría en tres segmentos cruzándose, con una apariencia de un tablero de ajedrez con seis cuadros negros de un lado y del otro cuadros rojos.
El 26 de septiembre, el Secretario Británico de las Colonias, Arthur Creech Jones, anunció que el mandato Británico terminaría. La fecha de vencimiento era el 14 de mayo, la cual no fue públicamente anunciada sino hasta un mes después, a pesar de que el liderazgo judío conocía ya la fecha.
El 29 de septiembre de 1947, el Alto Comisionado Arabe para Palestina que recientemente se le había permitido regresar a Palestina, después del exilio de 10 años, anunció que rechazaría el Plan de Partición del UNSCOP. Endosaron el Plan de la Federación que reconocía la Independencia de Palestina.
La Agencia Judía rechazó en forma privada a la Federación, pero esperó hasta que el lado Arabe hiciera primero el anuncio de su posición, antes de anunciar al mundo que “aceptarían” la Partición, anunciándolo el 2 de octubre de 1947. El endoso Americano tuvo verificativo el 11 de octubre.
Los críticos Arabes acusaron a la Agencia judía de falta de sinceridad, tachando a la banda Haganah de estar ya avanzando hacia docenas de aldeas Palestinas dentro y fuera de las áreas del Plan de Partición propuesto y asignado al “Estado Judío”.
Políticamente, en las Naciones Unidas, la Agencia Judía había ganado su batalla por la percepción, falsa reclamación en el podium de Naciones Unidas durante los siguientes debates que ellos, los judíos en Palestina, habían respaldado el compromiso y los Arabes lo habían rechazado.
La postura pública les permitía continuar los ataques a las aldeas Arabes sin condena por parte de sus aliados Americanos y Británicos, que mantuvieron a las Naciones Unidas estancada sobre una tras otra Resolución presentadas, para denunciar los ataques de Haganah e Irgún.
El 29 de noviembre de 1947, con algunas modificaciones menores, las Naciones Unidas votaron recomendando el Plan de Partición, aprobándolo por un ligero margen de 33 votos a favor, 13 en contra 10 abstenciones en protesta y la salida de toda la Delegación Arabe en signo de protesta.
Este concepto de haber rechazado el “compromiso” ha tergiversado la opinión pública de los Arabes para justificar su caso en contra de un Plan de Partición injusto.
Con nadie para protestar, las fuerzas judías aceleraron su ocupación militar a las aldeas y tierras Arabes que se encontraban fuera del área propuesta para el Estado judío. Tenía prioridades: limpiar de Arabes las áreas propuestas para hacer que la población judía, sea una “mayoría” por fuerza, y lograr tener más tierra con el objeto de contar con un Estado seguro.
Las fuerzas del Haganah irrumpieron en batallas en Jaffa y Safad, teniendo como blanco a los residentes Arabes locales, y pasaron sobre ellos con sus ataques y bombardeo terrorista en Jerusalén, que se había designado como “Zona Internacional” fuera de los dos Estados propuestos.
Algunos ejemplos de asaltos pre-Independencia a aldeas Arabes hechas por Haganah, incluyeron: Abu Kebir, (Jaffa), 6 de diciembre; Tireh (Haifa), 13 de diciembre; Khisas (Safad), 19 de diciembre; Qazaza (Ramleh), 20 de diciembre; Abu Shusha, 3 de enero 1948; Shafa Amr (Haifa) y Tamra (Nazareth), 19 de enero; Sukreir (Gaza), 26 de enero; Sa’Sa (Safed), 14 de febrero; Biyar y Ads (Jaffa), 5 de marzo.
Mientras tanto, el Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, jugó un papel falso en la política, favoreciendo a las fuerzas judías: el 18 de marzo de 1948, tuvo una cita secreta con Chaim Weizmann en la Casa Blanca, prometiendo el apoyo norteamericano a favor de la independencia judía.
Con una actitud disfrazada, al día siguiente, el representante de Truman ante Naciones Unidas, convocó a una suspensión del Plan de Partición y respaldó una tregua, supervisada por Naciones Unidas, con el propósito de elaborar un “fideicomiso” reemplazando la Partición. El 20 de marzo, la Liga Arabe, sancionó la idea del fideicomiso, proponiendo un cese a las hostilidades. Pero ese día, Weizmann y la Agencia Judía rechazaron el fideicomiso y cualquier esperanza de una verdadera paz.
Con respecto a este enfoque, el ataque judío en contra de Deir Yassin el 9 de abril de 1948, donde 254 civiles fueron masacrados. Las fuerzas de Irgún, con un plan apoyado inicialmente, por Haganah, distribuyeron volantes en árabe por todo Jerusalén, previniendo (amenazando)a otros palestinos de un destino similar. A docenas de aldeanos capturados los exhibieron a través del Sector Judío de Jerusalén en un camión abierto.
(Ray Hanania es un periodista Palestino Americano y ex - Presidente Nacional del Congreso Palestino Americano).