En Sicilia me encuentro enfrentado a los griegos, que tienen muchos asentamientos en el sur de Italia y en el este de Sicilia, y contra los romanos que aunque aún no son mis enemigos están combatiendo contra los griegos desde hace tiempo y ya empiezan a asomar.
Los griegos deciden asediar Agrigento, ciudad cartaginesa. Después de fabricar sus máquinas de asedio pasan a la acción y deciden asaltarla sin esperar a que mis reservas de comida escaseen. El ejército griego tiene casi el doble de tropas y muchas máquinas de asedio, entre ellas escaleras para asaltar las murallas, un ariete y una torre de asedio pero yo cuento con murallas fortificadas y canalizaciones para lanzar aceite hirviendo.
En la siguiente imagen se puede ver al enemigo avanzando hacia las murallas de la ciudad mientras mis honderos rocian de piedras a las tropas enemigas. Al fondo se ve el ariete avanzando hacia las puertas de la ciudad junto con las escaleras de mano y la torre de asedio.

Mis arqueros dentro de las torres lanzan flechas (algunas incendiarias) contra las tropas enemigas y el ariete. Éste sortea las flechas de fuego y empieza a picar las puertas de la ciudad, que se estremecen con cada impacto. Coloco una unidad de infantería con espadas cortas delante de las puertas para detener la entrada de las tropas enemigas. Mientras tanto la torre de asedio griega llega a la muralla, defendida por una unidad de hoplitas que tengo ahí preparada. Fijaros que las unidades griegas empiezan a subir la escalera de la torre hasta arriba. Protegidas por la muralla de madera de la máquina de asedio ahora sólo me toca esperar a esos griegos arriba en la muralla. Mis hombres se preparan...

Mientras, en otra parte de la muralla las escaleras de mano griegas son colocadas y los griegos empiezan a escalarlas. Fijaos que mientras lo hacen colocan sus escudos encima de su cabeza para protegerse de las piedras y los impactos que llegan desde arriba.

Los griegos de la torre de asedio ya han llegado arriba y con un grito ensordecedor la torre se abre y cae una trampilla sobre la muralla. Una unidad de hoplitas griegos se avalanza sobre mis hoplitas en la muralla. Será un combate entre unidades parecidas. El ruido de metal entrechocando es ensordecedor.

Las tropas griegas que han subido por las escaleras han sufrido muchas bajas pero como suben en oleadas y de forma continua consiguen echar a una unidad de infantería de espada corta que tenía ahí colacada y empiezan a esparcirse por las murallas. Los muertos están esparcidos por toda la muralla mientras siguen subiendo tropas enemigas sin obstáculo ya alguno.

Mientras todo esto ocurre el ariete rebienta la puerta de la ciudad. Ahora las tropas enemigas tienen vía libre en algunas zonas de la muralla y pueden entrar además por las puertas, aunque no es tan fácil como parece. El aceite hirviendo es mortal y cruzar las puertas no será nada agradable para los griegos.

Tal como me esperaba el general griego lanza a una unidad de infantería y a una unidad de caballería con lanzas para romper a la unidad que tengo delante de las puertas tapando la brecha que ha abierto el ariete. En el ataque y la carga de la caballería las tropas enemigas cruzan el túnel mortal. El aceite hirviendo cae a través de los canales de la muralla y causa el pavor entre las unidades griegas. Los muertos por quemaduras se apelotonan en la entrada. Mi unidad de infantería resiste y el enemigo se retira provisionalmente presa del pánico.

La unidad de hoplitas que se enfrentaba contra los hoplitas griegos que saltaron a la muralla desde la torre de asedio se han deshecho del enemigo después de duros combates y ahora le ordeno que barra la muralla para echar al enemigo que se ha colado desde las escaleras de mano. Junto con varias unidades de refuerzo los combates en las murallas son sangrientos, las muertes se apelotonan en el suelo obstaculizando el avance y los combates, pero consigo ir arrinconando a los asaltantes.

El combate es tan cerrado y duro que muchos mueren al despeñarse por las murallas. El combate es feroz, se oyen gritos, metal contra metal, ¡NO HAY PIEDAD!

Finalmente expulso al enemigo de las murallas con muchas bajas y el enemigo se retira. Ha sido una batalla de unos 20 minutos, intensísima.
