Los surcoreanos rodeados son forzados a rendirse. En la costa este, conquisto el puerto de P´okang. La verdad es que es un puerto que no me importa nada, pero así doy la impresión de que voy a atacar el perímetro de Pusan.
Sigo destruyendo las vías férreas surcoreanas. No toco los pocos puentes que el enemigo ha dejado intactos, porque entonces estarían claras mis intenciones. Hasta llevo a unos ingenieros a un puente destruido, para fingir que lo intento reparar. Voy a amagar un ataque sobre Taegu, durante el próximo turno.
A partir del turno 5, los americanos tienen cuatro divisiones, suficientes para avanzar sin ser rodeados. A ver si consigo que se mantengan quietos hasta el siete, por lo menos.
En toda guerra, se han de tener objetivos claros. Ahora que han intervenido los americanos, no sería realista pensar en conquistar toda Corea (a no ser que nos ayudasen nuestros hermanos chinos). Mi objetivo es que, al final de la guerra, sigan siendo comunistas Pyongyang y Wonsan. No será fácil.
