Fegaorti es despertado al amanecer. No queda nada para llegar a Tindaris. Hoy mismo verá las murallas de la ciudad, que seguramente le cerrará las puertas, pues acaba de oír que tiene una unidad romana que la controla (
Breogán dejó hace un año una unidad y oficiales "para controlar" la ciudad y su guarnición).
Tendrá que asediar... o quedarse algo lejos, no sea que le ataque
Thorpedo con ayuda del interior. Ya lo pensará al ver la ciudad, quizá sea fácil de tomar.
Un ayudante entra en su tienda, con cara compungida.
-General... los romanos han desaparecido de las montañas. ayer acamparon en la ladera de un monte pero hoy no están, solo sus hogueras, todavía encendidas. Debieron marchar de noche.
-¿De noche? Qué cabrones cobardes ¿Adónde, al otro lado de la sierra? Localízalos. No pueden estar muy lejos por esos montes.
Otro oficial entra.
-Por los montes casi mejor no ir, general, que es territorio de los sículos. Ya tuvimos bajas al mandar gente por ahí.
-Pues avisaré a
Tiopepe como sea, que le va encima. Seguramente quiere acabar con él antes de que llegue a nosotros.
Otro oficial entra en la tienda.
-Señor mensaje de Tindaris.
-¿Qué quieren esos?
-Es de
Thorpedo.
-¿Qué?
-Está en la ciudad. Dice:
"Aquí te espero, cartaginero."
Entra otro oficial en la tienda, que ya parece un bar.
-Señor, los romanos han entrado en Tindaris por la noche. Los han visto en las murallas nuestros exploradores mañaneros...
-¡Tus exploradores cantamañanas! ¡Mierda de Melkart! ¡Cómo han bajado de los montes por la noche sin ser detectados!
-Señor, yo... los romanos estaban ya acampados, había muchas fogatas... un engaño de cobardes, debieron avanzar por las montes hasta llegar a la altura de la ciudad y luego descender. Pero bueno, al menos ya no nos atacaran por la espalda si atacamos la ciudad. Ya están dentro.
-Claro, subnormal, qué alivio. Ahora es un ejército romano amurallado con una guarnición de apoyo. Como para atacarlos. Necesitaremos a
Tiopepe por lo menos. Esto va para largo.
Tindaris al día de hoy. La antigua ciudad ocupaba la loma que cae en acantilado sobre la playa y el mar. Ahora en su antigua acrópolis hay una gran iglesia dedicada a la
"Virgen de Tindaro".
