Uy, Polanco, dice... Si me voy a tener que ofender, y todo...
así nos las gastamos las personas cuando lo mejor se corrompe: da orígen a lo peor.
Ahí le has dado... Por eso decía que habría que sacarse un carnet para ser padre. Para casarse también. De hecho, ya que el matrimonio es un contrato civil, habría que poner un cursillo obligatorio de una semana o así para que la gente sepa qué está firmando. Que más de uno no sabe en qué consisten los gananciales, no sabe que en caso de divorcio lo más común es que la mujer se quede con los hijos y, por tanto, con el uso de la casa (aunque sea propiedad privativa del ex-marido), etc, etc. Claro, luego llegan los sustos y las batallas legales con uso de todo tipo de tácticas aberrantes. Y todo por darle el gusto a la suegra de ver a su niña vestida de blanco.
Ya sé que el discurso tremendista no es exclusivo de los periodistas: mis padres son maestros de primaria. Además, un amigo mío hizo el CAP y justo hoy me comentaba que en las prácticas se quedó flipando de lo pasotas que eran los niños de la ESO. Los del bachillerato eran más normalitos, supongo que porque ya se habrían podido largar los que no querían estudiar.
El problema no es ser padre, es no ser responsable...
Nuevamente, toda la razón. Pero es que quien no es responsable, no es padre. Los conejos también saben cómo tener descendencia y son bastante eficaces en ello, pero por muchos conejitos que tengan, eso no les convierte en padres. Para ser padre tienes que educar a tu hijo, ser responsable de él y enseñarle a ser responsable. Porque supongo que tú, como profesor, también te habrás encontrado con el típico padre que pretende que le hagas el trabajo y eduques a sus hijos, cuando tu cometido principalmente es enseñarle unas materias, complementando además la labor del padre (que es la esencial y la que falla).
¿Que la sociedad es más violenta, que desprecia la cultura, que los padres se ponen de parte de los hijos y los malcrían? Cierto. ¿Por qué será? ¿Tú lo sabes, Boris? Venga, quítate los pantalones y explícanoslo bailando sobre la mesa mientras una pandilla de vividores se grita barbaridades en el fondo del plató, que nosotros te veremos en nuestro televisor plano y grande-que-te-cagas, con dolby zurrón y jomsinema, acomodados en este, nuestro salón, que tenemos gracias a la hipoteca del gato (siete vidas para poder pagarla). Pero deja que primero la Yeni se baje al móvil el politono de la famosísima canción "
Soy una mujer y por lo tanto pertenezco a mi hombre, que tiene el derecho de pegarme si me ve mirando a otro" y espera también a que mi mujer termine de
informarse sobre el romance de Jéssica Beatriz con Borja Alfonso.
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