Primera partida, terminada... bueno, más o menos, he jugado desde 1066 hasta 1094 y sólo con un personaje, Ramón Berenguer III "el Vell". Ahora han sacado un parche nuevo y lo más probable es que empiece otra partida y no siga esta. Pero para instalar el parche, malditos sean los de Steam (cometí un error muy gordo al comprarlo a ellos en lugar de GamersGate), tengo que reinstalar el juego y está continuamente dándome largas, que si están los servidores muy ocupados, que si la abuela fuma... y para liberar un poco la tensión, os voy a contar así por encima qué ha pasado.
Antes diré que el juego está muy pulido y que lo único así un poco raro que he visto ha sido una excesiva y ahistórica intervención francesa en la península ibérica, conquistando grandes territorios de los Taifas musulmanes. Aparte de eso, casi como anécdota, comentar que las tres hijas del rey de Aragón se llamaban igual: Ermensinda, creo

. Aparte de eso, ni caídas al escritorio, ni conquistas extrañas en el mapa (la Inglaterra sajona ha desaparecido a manos de los noruegos).
Los primeros años, dominó la política de matrimonios, siendo el más destacado el de Pere de Barcelona, mi hijo. Casó con Matilda de Toscana y a Florencia que se fue con la idea de que su hijo, el que debería ser mi tercer personaje, heredase algún día el Ducado de Toscana así como el de Barcelona. También destacar que casé a Agnès, mi hija mayor, con uno de los hijos del Emperador del Sacro Imperio, lo que me salvó de una situación dramática años después.
Conquisté los territorios del taifa de Lérida aprovechando una guerra más hacia el oeste: Los Jimena, es decir, los reyes peninsulares, pues son todos de esa misma dinastía, hermanos o primos (el de Aragón) estaban dándose con el taifa de Zaragoza y aprovechando el apoyo de los ilerdenses a sus vecinos, les declaré la Guerra Santa y, con suma facilidad, me hice con la propia Lérida y Tarragona. Por su parte, el rey de Castilla amplió su reino con Zaragoza y Calatayud, lo cual era también una buena noticia para nosotros porque así, el rey de Aragón, quedaba sin posibilidades de expansión más allá de los Pirineos, salvo claro está, que se arriesgase a una guerra contra su primo del rey de Castilla o contra mí, que tenía en esos momentos seis provincias por una él.
Mientras, en el sur, Francia conquistaba Castellón, Valencia y Denia, al tiempo que Castilla y León ampliaban también sus fronteras hacia el sur. Entonces llegó el momento más dramático para mí ya que tras atacar, junto a los Jimena, el territorio de Albarracín y quedármelo, unos musulmanes del norte de África me declararon la guerra. En principio no me asusté pues tenía un buen ejército de casi dos mil hombres asediando las últimas posesiones de Albarracín, pero cuando este objetivo fue logrado y vi que los africanos no buscaban la paz y entraron en mi territorio con más de cuatro mil hombres, lo vi todo perdido. No tenía dinero para contratar mercenarios y, todo lo que pude hacer fue pedir ayuda al Emperador, quien aceptó aunque no veía a sus tropas por ningún lado. Intenté atacarle y sufrí una durísima derrota poco antes de que Barcelona estuviera a punto de caer y ya veía la partida perdida cuando apareció un ejército de casi ocho mil hombres por el norte: eran las tropas del Emperador quienes llegaron a mi capital cuando el asedio ya estaba en más del noventa por ciento concluido. Vencieron y logré salvar el cuello.
La siguiente y última expansión fue la más interesante de todas. A principios de la década de 1090, murió el rey de Castilla, dejando como heredera a una niña de sólo un año. ¿Qué hicieron los nobles? Pues la Duquesa de Aragón y Toledo, así como Condesa de Vizcaya y Santillana (creo), amén de otros títulos menores, decidió rebelarse. Es lo que pasa cuando hay un noble tan poderoso dentro de un reino... y declaró la guerra de independencia respecto a su señora. Para variar, una vez más, todos los Jimena se unieron para ayudar a la joven reina, entre ellos, el también bisoño rey de Aragón, quien envió de inmediato a todas sus tropas hacia el sur para tratar de conquistar Zaragoza. Era una gran oportunidad para él, ya que con la ayuda de su familia, tal pudiera conseguir algún territorio que, en realidad sería usurpado a su prima segunda, la reina de Castilla, así que es perfectamente lógica su actitud.
Entonces yo aproveché unas reclamaciones que tenía el Conde de Urgell sobre el condado del Alto Aragón, territorio que era, en la práctica, todo el reino de Aragón. Fue una guerra sencilla, donde sólo una batalla medianamente interesante cuando el rey aragonés envió de vuelta a su pequeño ejército y se enfrentó al mío, superior en casi tres hombres a uno. El resto fue cuestión de tiempo y cruzar los brazos para que la rebelde duquesa aguantase antes de mi victoria, pues de otro modo se podrían girar en mi contra todos los reyes de la península y machacarme. La rebelde aguantó.
Con eso, me hice con el Condado del Alto Aragón, bueno, no me hice con él sino que lo conquisté para mi vasallo el Conde de Urgell que añadía ese territorio a sus posesiones y se convertía en el primer vasallo mío que tenía dos condados. Además, eso me permitía reclamar los títulos de Rey de Aragón y de Duque, pues cumplía los requisitos para ambos. Como quiera que unos meses antes el papa me dio 300 oro por mi labor combativa contra los musulmanes, pude pagar la reclamación y me convertí en Rey de Aragón. Poco después también añadí el título de Duque de Aragón, cuando el papa, de nuevo con mucho oportunismo, me concedió algo de dinero.
Mientras Berenguer Ramón se convertía en rey, pasaron cosas interesantes en Toscana, donde estaba su hijo mayor y heredero. La primera fue que mis tres primeros nietos fueron mujeres, por lo que durante bastantes años, después de Pere, la herencia de Barcelona iba a parar a manos de otro de mis hijos mientras que la de Toscana recaería sobre Margarida, mi nieta. Esto no me gustaba porque mi intención era unir los dos ducados, por lo que estuve tentado de cambiar las leyes sucesorias de Barcelona (las de Toscana no podía, no estaban bajo mi control como jugador) ahora que cumplía todos los requisitos, pero aguanté porque fueron años en los que siempre estaba en algún que otro peligro y no quería trastocar demasiado las cosas. Por suerte, a la cuarta fue la vencida y nació un varón: Goffredo, quien pasaba a ser el segundo en la sucesión de Barcelona y heredero directo de Toscana. Un par de años después, moría Pere, su padre, y mi nieto ascendía al primer puesto en la herencia de ambos territorios, justo mi deseo.
Sin embargo, la situación en Toscana nunca fue totalmente tranquila. Margarida, mi nieta mayor, casó con un noble alemán y tuvo hijos: si Goffredo moría, si lo asesinaban, ella y su marido pasaban a ser herederos directos de Toscana, pero, hasta que dejé la partida, no hicieron nada.
Matilda, la madre de mi nieto, murió, y Goffredo, primero al ser menor de edad, bajo tutela, se convirtió en Duque de Toscana y mantenía la herencia, ahora sobre el reino de Aragón.
Y a todo esto, mi personaje, ya anciano, que seguía vivo y coleando... Incluso, con más de setenta años me salió un mensaje diciendo que le había gustado una noble de baja cuna y si quería que se acostase con ella

. Llevaba varios años con su mujer fallecida, así que le concedí el deseo. Luego me salió otro mensaje diciendo que se había enamorado de ella, así que me dije que el hombre se merecía todos los caprichos que quisiera pues había ampliado sus posesiones enormemente y ascendido de rango, de duque a rey. Se casó y... ¡ha tenido dos hijos! Cosa que ha aumentado su prestigio.
Igual continuo la partida porque puede ser interesante qué ocurra con Goffredo cuando venga a Barcelona ya que, al estar criado en Florencia, es de cultura italiana y eso, seguro, no gustará a sus nuevos vasallos. Por otro lado, no creo que ande muy lejos de poder reclamar el reino de Italia, es decir, puedo montar una doble corona grande y chula. Veremos qué hago....
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En fin, una pequeña partida muy entretenida, con detalles muy chulos. Creo que me estoy viciando a las intrigas palaciegas de este juego.
Y eso que en cuanto a complots, que dicen que es una de las cosas más chulas del juego, no me ha aparecido nada de nada... Con eso puede ser la bomba.