Introducción a la campaña
La marcha hacia la guerra
El verdadero origen de la guerra de 1812 está en el conflicto que se desarrollaba en Europa desde hacía veinte años. Con el fin de paralizar el comercio británico, Napoleón ordenó, el 21 de noviembre de 1806, el Bloqueo Continental (Decreto de Berlín). En éste se ordenaba que todos los puertos de Europa bajo su autoridad negasen la entrada a los barcos británicos, también decretó que todos los barcos franceses y neutrales que estaban anclados en puertos británicos serían inspeccionados antes de entrar en un puerto del continente.
Gran Bretaña respondió a Napoleón exigiendo que todos los barcos neutrales obtuviesen un salvoconducto antes de poder navegar hacia Europa. Desde la victoria de Lord Nelson en Trafalgar (21 de octubre de 1805), Gran Bretaña tenía el dominio de los mares y, por lo tanto podía hacer cumplir su bloqueo. Durante casi veinte años, los estadounidenses se vieron enfrentados a las exigencias y las trabas de ambos contendientes. Las tensiones llegaron a un nivel muy alto cuando los británicos comenzaron a impedir que los barcos estadounidenses operasen en Europa.
Todavía más insultante que la práctica británica de abordar e inspeccionar los barcos estadounidenses buscando mercancías de contrabando, era la búsqueda de desertores que huían de las duras condiciones que imponía la
Royal Navy a sus tripulaciones. De nada servían los certificados de ciudadanía estadounidense, a esos desertores que se habían enrolado en barcos estadounidenses. Los capitanes británicos ni siquiera dudaban en detener a estadounidenses nacidos en suelo estadounidense, con el fin de incorporarlos a sus siempre necesitadas tripulaciones.
____Arresto de unos desertores tras la inspección del barco____
Las tensiones en el mar, terminaron provocaron una explosión -literalmente- en 1807, frente a la Bahía de Chesapeake. Una flota británica vigilaba la bahía en busca de barcos franceses, cuando varios marineros ingleses lograron desertar para seguidamente enrolarse en la Marina de los EE.UU.. El capitán de la fragata estadounidense de 38 cañones, USS
Chesapeake, era muy consciente de la presencia a bordo de algunos de esos desertores cuando el comandante del HMS
Leopard le solicitó subir para inspeccionar su barco. Como el
Chesapeake se negó, el
Leopard, de 50 cañones, abrió fuego, matando a tres hombres e hiriendo a otros 18 miembros de la tripulación. Los británicos abordaron el barco estadounidense y detuvieron a cuatro hombres. El caso del
Chesapeake despertó la indignación incluso entre los estadounidenses más moderados. El 1 de mayo de 1811, el buque británico HMS
Guerriére trató de detener a un marino estadounidense que estaba a bordo de un barco de cabotaje, lo que agravó aún más la tensión.
____Enfrentamiento entre el HMS Leopard y el USS Chesapeake____
La disputa sobre los derechos marítimos podría haberse resuelto mediante la diplomacia. De hecho, el nuevo gobierno de Lord Liverpool canceló las órdenes de abordaje e inspección, unos pocos días después de que Estados Unidos declarase la guerra. Pero los estadounidenses tenían otros intereses en juego. Algunos no querían la guerra con Gran Bretaña, especialmente los comerciantes de Nueva Inglaterra. En los estados de esa región, muchos vivían directa o indirectamente del comercio con Inglaterra y, por ello se opusieron a la guerra antes y después de su estallido.
El propio presidente James Madison quedó desconcertado por el análisis del general Dearborn, que llegó a la conclusión de que, en caso de guerra, Canadá sería una presa fácil, y de hecho, los canadienses daría la bienvenida a la invasión.
Fue una guerra que los "halcones de la guerra" congresistas del sur y del oeste, anglófobos y nacionalistas, reclamaron a gritos. Para los republicanos, la guerra era principalmente un medio para vengarse de los británicos, por la crisis económica en la que los había sumido el bloqueo, pero también porque el Inglés, según ellos, alentaba la resistencia de las Naciones Indias en contra de la la expansión estadounidense en el oeste. El 1 de junio de 1812, el presidente Madison envió al Congreso la solicitud de una declaración inmediata de guerra. El 4 de junio, los miembros del Congreso votaron a favor de la guerra (79 a favor, 49 en contra). El 17 de junio, el Senado hizo lo propio (19 votos a favor, 13 en contra) y el 18 de junio, Madison firmó la declaración de guerra contra Gran Bretaña.
