No será un AAR al estilo del que estoy haciendo de Mario vs Sila con reportes turno a turno, ni mucho menos. Este mini-AAR será mucho más general, una especie de review del escenario explicando las grandes acciones a lo largo de los turnos y mostrando la situación en términos generales ya que hacer un AAR turno a turno es muy comprometido y tengo varios proyectos más en marcha de AARs que no quiero dejar aparcados. En mis actualizaciones reportaré varios turnos, simplemente para que os hagáis una idea y os gastéis los cuartos como es debido. En unos días el AAR estará finalizado sin más. Así que si me leéis hacerlo puramente para captar la épica de la situación que plantea el escenario y los conceptos más generales, no busquéis entrar en detalles sobre el porqué hago esto o aquello. He jugado este escenario con intención de hacer este mini-AAR y aprender cosas sobre el escenario, mecánicas y situaciones que se dan durante este escenario en concreto y mostrarlo aquí en Pdl.

En este escenario Marco Antonio controla Oriente como parte del reparto realizado en el 2º Triunvirato romano. Enamorado de Cleopatra, faraona de Egipto, nuestro protagonista desatiende un poco el frente oriental y los partos aprovechan para lanzar un fuerte ataque sobre territorio romano. Es un escenario muy jodido para el jugador romano porque los partos lo pillan por sorpresa y encima tienen lugar diversos eventos que complican todavía más la situación. Marco Antonio de hecho se marcha a Roma de buenas a primeras, dejando en Oriente a algunos pocos legados pero nadie destacable, ningún líder militar de enjundia. Luego delegará el mando en Ventidio Baso pero lo hará más adelante, el muy canalla. Este escenario se podría llamar perfectamente el Contraataque de Ventidio Baso o algo parecido porque Marco Antonio siempre me ha caído mal y mira que no lo he conocido personalmente.
A priori las fuerzas romanas parecen más potentes que las de los partos. El principal ejército romano tiene 3 legiones y tropas auxiliares en Antioquía, uno de los objetivos estratégicos más importantes del escenario y en cierto modo es la gran capital del frente oriental (luego sería Constantinopla-Bizancio la que se llevaría ese honor). El romano también cuenta con una legión adicional en Damasco a cargo de un legado y que está acompañada por algunas tropas auxiliares. Así mismo hay unas pocas tropas auxiliares adicionales repartidas por la actual Turquía que estaría muy bien fusionar y concentrar en algún punto.

Las tropas en Egipto son muy importantes con 4 legiones más un par de ejércitos egipcios formados por tropas auxiliares y varias falanges. No obstante estas fuerzas están fijas y no se pueden mover. Lo mismo ocurre con la potente flota egipcia. Teniendo en cuenta pues que el juego cuenta el poder militar de una facción sumando los ejércitos fijos y móviles, se hace evidente entonces que parte de ese potencial bélico romano es ficticio porque gran parte de él no se puede mover.

En Judea hay un ejército modesto formado por tropas de la propia Judea (fichas azules) que de momento están fijas pero que no tardan mucho en activarse. Lo mismo ocurre con un ejército heleno que hay en la Capadocia justo al otro lado del río Eufrates, río que hace frontera con el reino Parto. Ambos ejércitos (el de Judea y el heleno) no son muy potentes pero lo suficientemente interesantes como para tenerlos en cuenta y ante la falta de efectivos y recursos cualquier ayuda es bienvenida. Al menos se activan con prontitud y sí que pueden servir para defenderse de los partos.

A priori los partos disponen sólo de un 80% de las fuerzas iniciales romanas así que puede parecer extraño que decidan pasar a la ofensiva pero, como he explicado más arriba, la situación es falsa y esos números de poder militar muy poco fiables ya que muchas tropas romanas tienen un papel defensivo y no pueden moverse.
Como jugador parto ya jugué este escenario cuando tuve acceso al DLC para hacer la preview y conseguí arrasar en todo el frente provocando tal descalabro en las fuerzas romanas que el posterior contraataque romano se topó con una fuerte resistencia y la partida terminó con victoria contundente para mí. Mi interés con este AAR era experimentar las mismas dificultades pero jugando como romano y ver hasta qué punto la IA se comporta de forma competente en este escenario cuando tiene que pasar a la ofensiva.
Al ser un frente tan amplio, desde la costa sur del Mar Negro hasta Judea, y con tan pocas tropas móviles para defender todas las posibles rutas de ataque partas, mi intención es resistir en 1 o 2 puntos clave y sobre todo intentar no perder tropas que pueden ser vitales para el futuro. Ser valiente está muy bien pero perder las pocas tropas móviles que el romano tiene al principio es mortal. Esto en una partida PBEM es algo que pueda dar alas al jugador que lleva a los partos y de hecho una partida contra otro jugador ha de ser por fuerza mucho más complicada que contra la IA y la penetración parta ha de dejarse notar muchísimo. La IA tiende a alargar en exceso sus asedios no haciendo uso de sus armas de asedio + cartas de asedio para acelerar los procesos. Un jugador parto humano aceleraría tal proceso y conseguiría rápidamente objetivos que son básicos para este escenario, como Antioquía. Así pues voy a rehusar el combate siempre que pueda y me dedicaré exclusivamente a comprar algunos reemplazos, gastar las cartas de comerciantes y esperar a ver qué me depara el futuro.

El futuro es negro. Hay un evento que hace que una legión romana que hay en Antioquía se pase al bando parto, concretamente a manos de Quinto Labieno, un general romano que se ha pasado al bando parto ya que era fiel a Bruto y Casio y por tanto aborrece el actual triunvirato. Eso significa que el ejército romano de dicha ciudad se queda sólo con 2 legiones y esto es sólo el comienzo.

En cada uno de los 2 turnos siguientes el evento se repite y las dos legiones restantes se pasan al bando enemigo hasta que del potente ejército que había en Antioquíaal inicio del escenario sólo quedan impedimenta y algunas unidades auxiliares. Con estas tropas intentar defender la ciudad es imposible y por eso es mejor evitar el combate y mantener la integridad de las fuerzas de cara al medio/largo plazo. Aquí me surgen dudas para una partida por PBEM porque un jugador romano pillo podría decidir hacer combatir hasta la muerte a esas legiones antes de que se pasaran al bando contrario. Entiendo que en ese caso las legiones se pasarían al bando parto arrastrando su estatus (bajas, cohesión, etc), a no ser que el motor del juego las entregue en plena forma independientemente de su estado real. Hay que tener en cuenta que estas 3 legiones que pasan al bando parto a cargo de Quinto Labieno no van a recibir reemplazos durante el resto de la partida ya que el jugador parto no dispone de la opción para comprar reemplazos de cohortes romanas así que el jugador romano podría desgastarlas hasta tal punto que el parto no sacara nada provechoso de ellas. El hecho de que esas tres legiones no puedan recibir reemplazos está hecho expresamente para reflejar que esas legiones se pasan al bando contrario porque las tropas que las conforman tienen una cierta deuda de sangre o lazo emocional contraído con Bruto y Casio en la anterior Guerra Civil y que sienten más afinidad por Quinto Labieno, que era partidario de ambos, que por la actual autoridad romana (Marco Antonio). No procede pues el tener reemplazos para esas legiones traidoras y eso obliga a que el jugador parto medite muy bien su uso o las puede perder rápidamente en combate o con el paso del tiempo por puro desgaste.
Así que en 3 o 4 turnos el ejército romano en oriente queda reducido a una legión en Siria bajo mando de un legado con unas pocas tropas auxiliares, más el apoyo de dos ejércitos endebles (el de Judea y el heleno) que realmente tienen poco que hacer ante el poderío de las fuerzas partas, que cuentan con ejércitos impresionantes. Así que ya os podéis hacer una idea del drama. El frente es insostenible y por mucho que reclute no puedo frenar la ofensiva. No dispongo de legiones para reclutar, sólo equites y tropas auxiliares y la mayoría de tropas reclutables interesantes son de otras nacionalidades. Por ejemplo puedo reclutar bastantes tropas judías pero es insuficiente para hacer algo contra los ejércitos de caballería catafractas y arqueros a caballo además de que los ejércitos de dichas nacionalidades tienen la movilidad limitada. También puedo reclutar tropas capadocias pero estas están fijas en el mapa a no ser que alguien las ataque previamente, así que realmente no sirven de mucho.
Los primeros turnos se reducen a ser una ofensiva parta brutal en la que sus ejércitos pueden asaltar y capturar diversas ciudades importantes y otras secundarias con total impunidad. Los partos tienen muchas opciones de refuerzo y varias decisiones diplomáticas que les permiten activar muchos de sus clanes guerreros, lo que conlleva la aparición de fuertes ejércitos adicionales de refuerzo que llegan desde el este del imperio persa.
A nivel económico me veo obligado a tirar de alguna decisión para generar ingresos y poder mantener una política de reemplazos eficiente así como reclutar algunas tropas de emergencia.

De vez en cuando algún evento positivo y las ciudades más generosas aportan denarios y reemplazos de voluntarios (navales o de tierra) que permiten cubrir los costes militares básicos.

El coste principal en los primeros turnos se reduce a la compra de gran cantidad de reemplazos porque las bajas se suceden en todos los frentes (y más si se juega con el nivel realista de desgaste donde las tropas pierden hombres por fatiga y enfermedad aunque no se muevan y estén acuarteladas).
En los primeros turnos los partos atacan en dos frentes: uno es el frente de Siria y otro es el territorio al este de Antioquía, cruzando el río Éufrates. Los partos cuentan con tropas de dromedarios y unidades que se adaptan bien al desierto así que son las mejores para atacar Siria. Esta provincia es un lugar desértico e inhóspito en su parte más oriental. El uso de tropas bien adaptadas al desierto se deja notar en este entorno ya que el desgaste puede llegar a ser muy elevado y los suministros escasean así que las tropas dromedarias hacen bien su papel. Diferente es el terreno que rodea el Éufrates, que es mucho más rico.

En estos dos frentes hay dos lugares clave: Antioquía, una ciudad estratégica de vital importancia que genera muchísimos PVs, PC y otros bonus para el jugador parto si la conquista (además de que puede saquear su tesoro y agenciarse con muchos denarios), y luego está la provincia de Judea, que tiene un par de ciudades estratégicas muy importantes. Estos dos puntos son focos importantes clave para el desarrollo de la partida. El frente de Judea tiene el problema de ser una zona mayoritariamente desértica donde las regiones ricas en suministros escasean y por tanto mover grandes ejércitos por aquí es complicado. En cambio la zona que bordea los ríos Éufrates y el Tigris cuenta con inmensos valles repletos de ciudades ricas y prósperas y el territorio es apto para mover gran cantidad de hombres sin problemas de abastecimiento serios.
Judea es un verdadero dolor de cabeza. Es una provincia propensa a las revueltas, con un trasfondo religioso importante y una hostilidad contra los romanos muy latente. Además hay luchas dinásticas entre reyezuelos y Roma debe hacer equilibrismos para mantener el orden en esta región. Veremos muy pronto que Judea es un infierno.

Si hay algo en el que el jugador romano tenga una superioridad brutal e incontestable es en el mar. La principal Flota romana, con base en la costa occidental de Asia Menor, puede transportar tropas desde Byzantium hasta las zonas más amenazadas de las provincias orientales romanas en apenas 2 turnos.

Su papel es importante porque puede permitir evacuaciones de emergencia para tropas atrapadas en asedios o bien para llevar refuerzos de última hora a lugares amenazados. También permiten acelerar los asedios de las ciudades portuarias que pueden caer en manos partas. En la fase del contraataque romano la flota romana tiene un papel clave al permitir bloquear las zonas de mar y reducir el avituallamiento de las guarniciones enemigas atrapadas.
Mañana, después del lanzamiento, seguiré
