Yo compré el libro cuando todavía no estaba ni en las estanterías

En el caso de Trafalgar, creo que es un libro que le gustará a cualquier aficionado a los temas militares. Está muy documentado. Todos los barcos con la excepción del 'Antilla', así como los nombres de los comandantes, almirantes y demás, son reales.
El libro es puramente la descripción del combate de Trafalgar, con algunos flash-back para contar el consejo de guerra anterior a la batalla, los reclutamientos forzosos o los planes de Napoleón para invadir Inglaterra. O sea, que no hay preliminares, situaciones previas al combate, relación entre los personajes, amoríos... nada de nada. Directo al meollo de la cuestión. Trama nula.
El combate es narrado desde varios puntos de vista (los marineros de la primera cubierta, los de la toldilla, los reclutados a la fuerza, el comandante al mando del barco), pero siempre desde el lado español y con algún comentario acerca de los franceses.
El lenguaje es el que ya conocemos de APR, el mismo que podéis leer en el artículo anterior sobre la batalla de Pavía, con una particularidad: abundan, quizás demasiado para el tipo de novela que es, los términos marítimos especializados, incomprensibles para el neófito (amura, obenques, orzar, arribar...). Éstos, junto con los insultos, los tacos y las expresiones soeces, suponen creo yo el 80% de las palabras del libro, si exceptuamos los pegamentos sintácticos del español y los verbos.
De esta forma, APR da un ritmo muy ágil al libro, hasta el punto de que no puedes parar hasta terminarlo (al menos eso me ha pasado a mí, pese a que, como ya he dicho, no me gusta el autor), y consigue transportarte hasta el lugar de la acción. Pero para conseguirlo ha tenido que recurrir a un lenguaje de taberna que podemos entender hoy en día, pero que no creo que nadie empleara en aquella época. No tengo aquí el libro, pero un ejemplo perfecto de lo que digo es el párrafo que APR pone en boca del mismísimo Napoleón cuando se entera de que Villeneuve no envía la escuadra aliada hacia el Canal de la Mancha sino a Cádiz. Más que a Napoleón, a mi me recordaba al Sargento Arensibia.
En fin, que más que una novela mala es un sainete, o un artículo de prensa un poco más largo.