
De lanzamiento reciente, es un juego que yo describiría como una mezcla de estrategia sencilla por turnos más un componente narrativo, ambientado en los Mitos de Cthulhu , del escritor H.P. Lovecraft. Si te gusta el terror cósmico, aquí encontrarás una buena historia.
Para comenzarla, contaré que, en el año 1958, los tripulantes del submarino norteamericano USS Salem, en una misión secreta de exploración en las aguas del Atlántico Norte, descubrieron algo que no estaba descrito antes en las cartas náuticas, perdiéndose el contacto con ellos a continuación.
Los primeros pasos nos llevan a situar al alférez Steele, completamente desorientado tras el accidente de su submarino.

Nuestro héroe cuenta con una serie de características, como la salud y la cordura, así como atributos físicos que le pueden ayudar en el combate o la defensa, y unas habilidades que irá adquiriendo y desarrollando durante el juego. También tiene a su disposición un pequeño inventario de objetos, que podrá ocupar o renovar más adelante, para ayudarle en sus peripecias submarinas.
Pronto descubrirá que su aventura no va a ser agradable en absoluto.


Ante todo, no desanimarse. Hay que buscar a los otros compañeros, y de paso algunas pistas o ayudas que nos indiquen qué está ocurriendo. Lo malo es que también comenzarán a aparecer unos seres con intenciones dañinas.



Vencido el miedo y los obstáculos, Steele encuentra a un primer compañero de su tripulación, aturdido también, pero con vida.


La narración nos va envolviendo poco a poco. El juego es para desarrollarlo sin prisa. Por eso decía que no solo es estrategia, si no también su lectura.
Con el segundo buzo, el sargento Ross, continuamos la marcha en la busca de los restos del USS Salem. Como vemos, Ross tiene otras características, habilidades, y objetos, que habrá que aprovechar al máximo trabajando en equipo con Steele.

Justo cuando alcanzábamos la salida de lo que era una cueva, más medusas agresivas se nos cruzan en el camino. Pero son fácilmente, de momento, eliminadas.


Durante los paseos submarinos, iremos encontrando objetos, chatarra, cobre… Cosas que nos servirán de ayuda más adelante. Parece que es bueno explorar, aunque también descubro que el tiempo es limitado porque el aire se acaba.


Finalmente, encontramos nuestro submarino y accedemos a él a través de una escotilla. Todavía hay esperanza. Hemos completado la primera etapa de una larga aventura.


Ahora descubriremos qué nos va a aportar el submarino para nuestra partida. Es el centro de mejoras y de recuperación de los personajes, así como el taller para crear artefactos. Lo malo es que está bastante dañado, y necesitará una extensa reparación. Cada compartimento recuperado servirá para un objetivo.



Recuperando algo las fuerzas, y reponiendo los equipos, la pareja de marineros saldrán de nuevo para intentar localizar al resto de compañeros. Parece que será un paseo fácil, pues el marcador de corrupción (o dificultad) se encuentra en mínimos. Y con algo de ayuda por parte de los equipos del submarino, mejor.



Hasta encontramos una fuente de aire para reponer lo perdido durante la caminata.

Pero ¿qué es eso? ¿qué, o quiénes son esas criaturas que nos atacan?


Cada cual más horrible. No estamos solos. El fondo submarino está habitado, y sus moradores no parecen darnos la bienvenida...


Cuando la desesperación y las heridas sufridas comenzaban a hacer mella en la moral del alférez Steele y del sargento Ross, a lo lejos descubren la figura de otro buzo, también desvanecido, pero ¡con vida! ¡Es el cadete científico Karlsen!




Ahora, de vuelta al submarino. Aunque, ¿qué es aquello en forma de altar rudimentario? Vamos a mandar al cadete a que lo estudie… Esto se está poniendo cada vez más extraño.

Ahora sí que nos damos cuenta de que los límites de lo real y lo mítico desaparecen como las burbujas que salen del traje de los buzos.
Karlsen escucha una extraña voz dentro de su cabeza…

A partir de ahora, nada de la anterior vida de los marinos va a ser igual. Han tomado consciencia de la existencia de un ser sobrenatural, y éste de ellos.


Al reintroducirse en el USS Salem, descubran la grata sorpresa de que el cocinero




Tiempo para una nueva salida. Tres tripulantes abandonan el submarino, dejando al cuarto guardando la casa…


Unas luces extrañas llaman nuestra atención.


Es un objeto antinatural. Una aberración. ¿Será de ayuda?,¿será una maldición?
Más adelante, los horrorizados exploradores encuentran a otro compañero, pero esta vez sin vida. Ha sido víctima de un sacrificio ritual de los infames moradores de las profundidades. El difunto también se apellidaba Isaac, como el cocinero.

El entorno de terror sobrecogedor comienza a hacer mella en la consciencia de los marineros. Estos empiezan a hacerse unas preguntas que jamás se habrían planteado en su anterior vida. Deben tomar una decisión.

Con sus consecuencias…

La maldad comienza a tomar forma en las oscuras aguas abisales.

Como podréis observar, entre la estrategia táctica, la toma de decisiones, y el hilo narrador, se va configurando la partida. ¿Qué es lo que acecha a los marineros? ¿Sobrevivirán a esta pesadilla? ¿Conservarán la cordura además de la vida tras los descubrimientos experimentados? No voy a destapar más, pues creo que el encanto de Stirring Abyss se basa en ir paso a paso avanzando en la historia.
Para terminar, tan solo decir que en el siguiente capítulo, Steele y sus camaradas averiguan que no han sido los primeros en llegar a estas profundidades…
