Volamos sobre Japón, sobre la isla de Kyushu. Vamos a pilotar nuestros flamantes P-47 en misión de escolta de una formación de B-29 que se adentrará en espacio aéreo enemigo para arrasar una base aérea japonesa al norte de la isla.
Los Thunderbolt volamos en dos grupos, uno de cuatro aparatos y otro de dos, en el que me encuentro. Seré wingman del Primer Tte. Gibbs.


Volamos a 7000m. Permanecemos atentos como perros pastores protegiendo nuestro rebaño:

Al cabo de casi 1 hora de vuelo, aparece el aeródromo enemigo frente a nosotros y en ese mismo instante recibimos el aviso desde el líder de los bombarderos: ¡Cazas a las 12 abajo!

Cuatro japos trepan casi en vertical intentando desesperadamente alcanzar la cota de los ya casi 7.000m a la que vuelan los B-29:

Es una mala situación táctica, porque inmediatamente nos lanzamos en picado sobre ellos. A cada segundo ellos pierden velocidad y energía, mientras que yo voy lanzado a casi 700km/h en su busca:

Caemos disparando nuestras Browning y el primero de los cazas enemigos se desintegra en el aire:

Los dos primeros caen casi inmediatamente:

Los dos últimos intentan desesperadamente alcanzar a nuestros B-29:

Pero somos nosotros quienes les alcanzamos primero, la velocidad y la altura están de nuestra parte:

Los pobres diablos no tienen nada que hacer. El último de ellos nos tiene a cuatro en su cola:


Y entonces se produce la catástrofe. en la carrera por alcanzar al último de los japos, el Major Malonie y su 2º Tte. Peck colisionan en el aire y ambos aparatos se desintegran, falleciendo ambos pilotos.
Mientras todo esto ocurría, los bombarderos han cumplido con su misión convirtiendo el objetivo en ruinas:



Nuevo aviso desde los B-29. Estaban girando e invirtiendo el rumbo tras soltar su mortal carga cuando se detectan dos cazas hostiles más. Están a sus seis, a unos 7.000m. Nuestra posición ahora es muy mala. El último combate había evolucionado de tal forma que acabamos volando a 2.300m y a bastante distancia de los bombarderos, que habían seguido volando hacia el norte a 7.000m.
Desesperados trepamos a todo lo que dan nuestros P-47 para conseguir alcanzar altura a tiempo:

Pero no vamos a llegar a tiempo. Los japos van reduciendo la distancia aunque muy lentamente. Esos jodidos B-29 son muy rápidos. Antes de que les alcancemos, los artilleros de los superfortress ya han abatido al primero de ellos:


El segundo desiste del ataque,

Pero para entonces yo ya he conseguido colocarme a sus seis y le sentencio:

El viaje de regreso no registra incidentes. Hemos derribado seis J2M3 (uno por mí) y dos de nuestros P-47 se han perdido por colisión. Ninguno de los B-29 ha sido alcanzado, y el objetivo ha quedado destruido.
Saludos. Os espero en el aire.
Willy.