Forbach era un centro minero francés bien defendido situado cerca de Saarbrücken, Alemania. Y Forbach era también la llave para entrar al valle del Saar. Por eso el Regimiento 276 recibió la orden de tomar la ciudad a cualquier precio.
Para llegar a Forbach, los Trailblazers debían atravesar algunos importantes accidentes de terreno: las colinas del Kleinwald, cubierto por espesos bosques, el antiguo castillo de Schlossberg (una vieja torre de más de 400 años) situada sobre una empinada colina asomada sobre Forbach y a la izquierda de las colinas un estrecho y bien protegido valle por el que los soldados debían avanzar.
La torre de Schlossberg servía como un excelente puesto de observación desde el que los alemanes dirigían fuego de artillería y morteros contra los soldados que avanzaban. Y las dos colinas del Kleinwald estaban repletas de cañones y armas automáticas que cubría el valle que se extendía entre Oeting (un pequeño pueblo donde el 276 estaba concentrado) y las colinas.
El 18 de febrero, bajo fuego de artilería, fuego intenso de ametralladoras y una terrible lluvia helada, los Trailblazers lanzaron el ataque contra las dos colinas del Kleinwald y la torre Schlossberg. Después de furiosos combates tomaton algunas posiciones en Forbach tras capturar el Hospital Marie Madelaine la tarde del 18 de febrero.
Durante los días que siguieron, los infantes USA lucharon en las calles de Forbach, tomando casa por casa, en una orgía de sangre con un tremendo número de bajas. La lucha callejera era una experiencia nueva para los Trailblazers. Antes de eso, su experiencia de combate era en pequeños pueblos, bosques y montañas. Los edificios de varios pisos presentaban obstáculos muy diferentes que las pequeñas casas que había, por ejemplo, en Oeting.
Los alemanes conocían cada edificio, calle, callejón y vecindario de la ciudad. Se situaban en posiciones estratégicas a lo largo de la ciudad y establecían puntos de defensa fortificados. Con un mínimo de tropas, hábilmente defendían sus posiciones con rifles, granadas y armas automáticas. Sus observadores dirigían fuego de mortero y artillería hacia los soldados que avanzaban con increíble precisión.
Este escenario se desarrolla durante esa lucha en las calles de Forbach, con la ciudad dividida entre los dos bandos y ambos pugnando por hacerse con el control de la cludad.



que lo disfrutéis