Jeje, ya estoy viendo el negoción que hice.
En realidad fue el che el que me convenció en esta empresa. Creo que me tiene envidia.

El día anterior Pepe me había guiñado el ojo y a el no. Eso lo decidio a engañarme.
Pepe; el gran padrecito iluminado de todos los pueblos sabrá perdonar está debilidad.
El petiso Adolfo es antipatico e histerico; pero como vive drogado y es agorafobico; no jode tanto y paga más. Aparte despues de la guerra, podré publicar mis memorias y tener una pensión decente.
No como ustedes que van a terminar llenos de medallitas y sin poder pagarse ni el dentista.
