No era el único enfermo de la familia, porque el abuelo paterno de mi ex también llevaba mucho tiempo requiriendo los cuidados de la familia, que se iban turnando a la hora de ir a su casa y echar una mano.
Una tarde, cuando la madre ya había muerto, el padre volvió de casa del abuelo asustado, diciendo que a veces se oían hipidos en la casa. Esto se fué sucediendo repetidas veces y el hombre (de esos de "cagüendios a mi no me toques los cojones con esas chorradas") estaba realmente acojonao. Así que a mi ex, que estaba muy unidad a su madre y aguantó la mayor parte y desde luego lo peor de su enfermedad, le "dijo" a su madre que si era ella que en vez de uno diera 3 hipidos... Y la siguiente tarde que le tocaba al padre volvió acojonao perdido, tanto que no quería hablar del tema. Cuando por fin se tranquilizó les contó que aquella tarde no había oído un hipido, sino 3 seguidos...
Años más tarde, viviendo yo con ella en la que había sido la casa familiar (en ese momento ya nuestra), estábamos haciendo el tonto y nos fuidmos poniendo traviesos y de repente oímos un chisssss! tan claro y tan fuerte que no podía venir más que de la habitación en la que estábamos, el salón... pero claro, era nuestra casa y allí no había nadie más. Lo se porque miramos incluso dentro de los armarios... Si quereis una escapatoria a una explicación lógica, el salón estaba pegado a la cocina, que estaba con la ventana abierta y daba al patio de vecinos... Pero el "chistido" era tan claro y tan potente que no podía venir de un piso vecino. Hicimos la prueba de chistar desde la ventana (mientras el otro estaba en el salón, claro

Ahora recabo más información de mi actual pareja que también tiene alguna de contar...
Estaba leyendo el hilo y, sinceramente, si lo veo en el programa de Friker Jiménez me parto de risa, pero que quereis, aunque aquí todos podríamos estar soltando unas mentiras del quince se me hace casi imposible dudar de vosotros, en especial de aquellos con los que he coincidido alguna vez (la gente con cara no miente, ¿verdad?). Por eso la historia de Leta es tan cojonuda... y acojonante

