Wilhelm Heidkamp escribió:Yéndonos al caso contemporáneo.
Yo entiendo a las familias. Quieren recuperar a los suyos sanos y salvos, cueste lo que cueste. Y lo demás les importa un pito. Y es comprensible.
Ahora bien, yo, que no tengo a nadie a bordo y que me dedico a "luchar contra la delincuencia"

lo veo de esta otra manera:
- El Estado de derecho es inapelable. Las leyes son para todos las mismas y no deben hacerse excepciones (más allá de las contempladas por esas mismas leyes).
- Los piratas, son delincuentes. Como delincuentes que son, no debe negociarse nada con ellos (aunque puede hacérseles creer lo contrario si conviene). Lo que debe hacerse es detenerles o "suprimirlos" (en su defecto; empleando la mínimia fuerza necesaria).
- Pagar rescates lo único que hace es potenciar esta criminalidad, porque se demuestra que es un negocio muy lucrativo (millones de euros, que en Somalia son todavía "más millones" que en Europa). Si las cosas les van saliendo, cada día habrá más piratas, más apresamientos y más rescates a pagar.
- El dinero del rescate se invertirá, sin ninguna duda, en comprar más y mejores armas, más y mejores naves y motores fuera borda, GPS, chalecos antibala, walkie-talkies, etc, etc. Es decir, ese dinero se volverá contra inocentes a la vuelta de unas semanas.
Por todo lo anterior, lamentándolo mucho por los familiares que jamás entnderán esto que digo, creo que lo único que puede y debe hacer el Gobierno es rescatar por las armas a los rehenes. El GEO, la UEI o los COMANFES. Lo mismo me da. Y por supuesto, hay que asumir algunas bajas en el proceso.
Es la única forma de demostrarle a estos criminales que sus hechos no sólo no darán rédito alguno, sino que caeremos sobre ellos con nuestras mejores unidades y morirán o serán apresados. De esta manera dedicarán sus esfuerzos a otros negocios.
Se que lo más cómodo es pagar. Pero éso, aparte de ser ILEGAL de acuerdo a nuestras leyes (aunque lo haga el Gobierno) lo único que hace es perpetuar esta situación.
Lo que ocurre es que hacen falta muchos cojones. Y no me refiero a los cojones de los que tienen que asaltar el barco, que ésos, me consta que les sobran agallas y hasta están deseando que les den la orden, sino a los políticos de tres al cuarto que tenemos en este país (a diferencia de Francia, por ejemplo) que no quieren asumir el coste de dar tal orden.
En la última operación realizada por fuerzas especiales francesas, se rescataron cuatro de los cinco rehenes. Un quinto falleció en la acción.
Mis dos centavos (está de moda esta gilipollez de expresión y así yo también me muestro "a la última").