Mes de diciembre. 85 A.C.
La reconquista de
Hadrumetum en África se lleva a cabo sin problema, los Optimates tenían una guarnición que apenas ha tenido tiempo de habituarse a su nuevo papel. Poco le ha durado la alegría a mi rival.
Ha habido movimiento en el norte de África y en la imagen siguiente lo explico con detalle.
Parece que el jugador Optimates es consciente, al igual que yo, que las ciudades como Hadrumetum y Rusicade son indefendibles en un asalto serio y que las que realmente dan la victoria son las grandes ciudades como Cirta, Hippo Regius y Utica, que cuentan con muchos suministros y fortificaciones de peso. Lo que pasa es que Rex no tiene tropas que aceleren los asedios mientras que Hierbas dispone de dos legiones romanas y eso es un plus.
Hadrumetum por ejemplo ha sido reconquistada pero defenderla se hace realmente complicado porque si dejo tropas de guarnición estas seguramente serán pasto de cualquier asalto de las tropas de Rex, mientras que si la dejo indefensa el resultado será el mismo. Si dejo refuerzos reduciendo el ejército de Hierbas estos corren peligro de ser atacados y derrotados al ser inferiores en número, así que prefiero dejar de lado
Hadrumetum y centrarme en derrotar a las tropas Optimates.
Buscar el momento adecuado para asestar un golpe clave en este frente es imperativo ya que no parece que tomar ciudades secundarias vaya a ser la solución. Tal como lo veo la clave pasa por asestar un golpe tan duro al enemigo que deje el resto del norte de África a merced de
Hierbas, sin oposición. Es por eso que decido atacar a ese ejército secundario que los Optimates han dejado en
Rusicade, a ver si hay suerte y puedo causar muchos daños. Veo más factible ganar por una derrota del ejército enemigo que por llevar a cabo una política de asedios exitosa, y lo mismo es extensible al ejército enemigo.
En Hispania tiene lugar un enfrentamiento importante en el que participa el ejército se
Servilo contra una horda de lusitanos.
A pesar de la inferioridad numérica las bajas son parejas y el enemigo pierde varios elementos. La batalla termina en EMPATE.
Servilo se retira automáticamente a
Italica fruto del combate.
A pesar del invierno
M. M. Gratidiano seguirá con su ofensiva en el norte de Hispania ya que de momento el tiempo es bueno en esta región y además el líder está activo, hay que aprovecharlo.
Un nuevo evento en Hispania y otro a nivel general.

No está mal, todo lo que sea sumar es bienvenido.
Más venta de prisioneros, 250 denarios más para el siguiente turno.
En Sicilia una flota póntica bloquea el estrecho de Messana y mi flota queda bloqueada sin que puede llegar a dicha ciudad. En dicha ciudad ya está esperando el ejército romano para ser llevado a otro frente, que se quedará sin transporte pues. Malas noticias porque de nuevo sigo perdiendo el tiempo con estas fuerzas. Da la sensación que el ejército que hay en Sicilia está condenado a “
perder el tiempo” indefinidamente.
Tocará retirar la flota y esperar tiempos mejores. No tiene suerte el ejército de Sicilia que también queda bloqueado para cruzar por tierra el estrecho hasta la bota de la península italiana (por si alguien se pregunta si no sería posible moverlo por tierra hasta suelo italiano).
Con la tesorería tan boyante compro los últimos refuerzos disponibles para reclutar en territorio italiano.
Y es momento de tomar cartas en diversos asuntos que hasta ahora había dejado de lado:
las decisiones regionales. Seguramente el no haberlos usado hasta ahora es uno de mis muchos errores cometidos en el trascurso de la partida (el mal uso del ejército de Sicilia persiguiendo al ejército póntico también es uno de ellos) pero más vale tarde que nunca, ¿no os parece?
Hay tres decisiones que observo con detenimiento para aplicar sobre todo en
Roma, donde la lealtad está al 18%.
El
evergetismo romano. Evergetismo es una palabra que significa “
hacer el bien” o “
hacer buenas obras”. Se trata de una política altruista cuyo fin es poner contenta a la población (canalización del agua, creación de acueductos y baños públicos, mejora de la pavimentación, construcción de parques y jardines, etc.). Es puro politiqueo para mejorar la lealtad de la población y que vean con mejores ojos el papel del actual poder senatorial que rige las riendas en Roma.
La otra opción interesante son las
Reformas.
Al igual que el
Evergetismo, la aplicación de esta decisión incrementa el nivel de desarrollo de la región. Se aplican leyes, se hace justicia y se atiende con más detenimiento a las peticiones de muchos demandantes, además de legislar sobre las herencias, derechos y patrimonios vinculados a los bienes raíces. Con ello se busca también un aumento de la lealtad de la ciudadanía. Como efecto secundario esta decisión genera Puntos de Victoria, que ahora mismo es lo que me permite estar primero en la partida.
La tercera decisión interesante es la
Pax Romana.
La idea es crear una mayor sensación de seguridad aumentando las patrullas de vigilancia nocturna, potenciando la presencia de la milicia urbana en los actos públicos, los centros de reunión como las plazas y los mercados, y con una política más activa del legionario de a pie de cara a mejorar la infraestructura pública y acondicionar y conservar mejor los lugares más transitados. Se celebran cursos de oratoria y canto, bailes de danza, incentivando la llegada de grupos circenses y de teatro para participar en los actos festivos, etc.
Como tengo un pool importante de
Puntos de Compromiso sin usar (más de 100), el coste es asumible y los 35 denarios que cuestan algunas de estas decisiones son un pellizco en la abundancia en la que nada actualmente la Tesorería Popular. Así que hago uso de las tres decisiones en la capital así como en
Neapolis y otras regiones importantes que estaban originalmente en manos Optimates, donde la lealtad roza un mínimo preocupante (sobre el 15-20%). Con estas políticas espero incrementar la lealtad rápidamente y evitar la necesidad de ubicar tropas regulares para evitar una situación de revuelta.
PD: Por error no he capturado la imagen de la puntuación. Nada que tenga que ocultar o a destacar, no os preocupéis.