Turno 35 y último (8-15 de abril)
Se acabó. La posibilidad de la República de ganar la guerra desapareció hace ya bastantes turnos. He hecho lo que cualquier gobierno civilizado hubiese hecho hace ya muchos meses: negociar la rendición. Mis tropas estaban completamente desechas, sin cohesión y la moral por los suelos. Solko conseguimos dominar a duras penas el territorio alrededor de Santander y en Cataluña. En el resto, o estamos huyendo o estamos esperando el tiro de gracia.
Toda la partida hemos estado intentando ganar tiempo por si fuera posible que la URSS se decidiera a enviar tropas y material en grandes cantidades, pero solo ha llegado la ayuda en pequeñas dosis y casi siempre en forma de pequeñas unidades que desembarcaban a centenares de kilómetros del frente y que no podíamos transportar a primera línea. Nuestros problemas financieros han ahogado la posibilidad de adquirir refuerzos, siendo la falta de artillería el principal hándicap. Mis numerosas tropas de milicianos no estaban preparadas para enfrentarse a tropas regulares y a legionarios curtidos en las guerras de Marruecos.
A los combatientes y a cualquier persona que haya apoyado de alguna manera el gobierno legal o que, sencillamente, no se haya mostrado entusiasmado con los rebeldes, solo les queda un camino: el exilio.
Unas imágenes nos harán entender mejor la situación:
En Madrid, el enésimo combate destroza otra vez a su guarnición. Ya ni recuerdo cuántos turnos llevamos así. Al final del turno se vuelve a crear la guarnición de Madrid que sería destrozada en el siguiente turno. Esa guarnición consume reemplazos que evitan que mis tropas que defienden en otras zonas se recuperen.
Los ejércitos que han defendido Madrid están completamente rodeados y sin suministro alguno. Los nacionales acaban de tomar cuenca y me cortan completamente cualquier posible ayuda que llegue de Albacete o Alicante (que de todas maneras sería muy escasa)
A pesar de que estas tropas están atrincheradas y llevan muchos turnos sin combatir se encuentran a mitad de sus efectivos y con la moral por los suelos. Valga como ejemplo la situación de la 13 división, a mando del general Rojo que se encuentra englobada en el cuerpo de Pozas.
En el sur los nacionales han tomado Cartagena y Murcia y se disponen a asaltar Alicante, donde ya estaba evacuando mis tropas en dirección a Albacete.
Desde Alicante a Tarragona no tengo ni una miserable compañía que pueda presentar batalla. Las primera tropas se encuentran detrás del Ebro, a las órdenes de Cipriano Mera que se temen un asalto de las tropas de Cabanellas en cualquier momento.
El único lugar en el que hemos mantenido el tipo ha sido en el norte. Hernández Saravia es un mando muy competente y ha sabido defenderse muy bien. Además, al tener el mar a nuestra espalda, el nacional no ha podido aprovechar su movilidad para rodearnos, como sí ha sucedido en Madrid. De todos modos, Mola acaba de tomar Bilbao y a pesar de que conservamos San Sebastián y Pamplona y vamos a por Álava no disponemos de ninguna reserva y Mola acabaría con ellas en un par de turnos.
La visión del mapa de España ya es bastante elocuente:
Los nacionales se han lanzado a por las ciudades y como se ve, han dejado zonas sin tomar. Pero eso no les ha afectado, porque su movilidad les permite esquivar las zonas que no les interesan y tomar solo aquellas que consideran necesarias.
Puntos:
Como se ve, la moral republicana es una losa imposible de recuperar.
Solo me queda felicitar a Motorhead por su partida. Ha jugado de manera impecable y en ningún momento me he visto con la posibilidad de dar la vuelta a la situación. Analizando la partida, si ahora volviese a jugar, cambiaría algunas cosas:
- No gastaría tantas tropas defendiendo Málaga y Almería. Esas ciudades están perdidas sí o sí si el nacional intenta tomarlas. Esas tropas serían más útiles si se hubiesen concentrado en Cartagena para montar una defensa más sólida.
- Hay que mantener un pasillo a toda costa entre Cartagena (o Alicante) - Albacete - Madrid. Todos los refuerzos del extranjero (brigadas internacionales y carros) llegan a esos puertos y luego hay que enviarlas al frente de Madrid.
- No hay que llevarse los ejércitos de Madrid a aventuras por Ávila o Salamanca. Si el general al mando se inactiva durante dos o tres turnos esas tropas no podrán regresa a Madrid si es necesario. Es una tentación muy grande tomar esas ciudades porque al inicio de la partida se encuentran casi indefensas, pero no generan puntos de moral y corres el peligro de no regresar a Madrid. Este consejo es el que me parece más importante.
Pues nada, ahora a seguir el AAR de Kriegmarine y a disfrutar del juego.