De fondo una de las grandes frustraciones que causan estos intentos de simulación sobre plano y que sepa, ninguna saga ha logrado solventar: el encajar las orgánicas de los distintos grupos en liza no sólo a las plantillas inmaculadas "de despacho de EM", si no también a las contingencias que se presentan en los escalones intermedios y subalternos.
A saber, jugando al CO me he visto en la tesitura de enviar como patrulla de exploración a una Cía. de cincuenta y tantos motoristas, indivisibles, por una única -y sospecho que poco acondicionada para ese volumen- senda rural griega a fin de tantear la extensión del frente rival...lo propio sería poder levantar
ex profeso una ficha que contuviera una o dos Scc. de motoristas, y un pelotón de SdKfz 250/232, con mando en el jefe de la unidad de mayor entidad y con las propiedades que se les supone: cierta capacidad de infiltración, habilidad de detección por la observación de unidades rivales y bajo perfil propio. En fin, un órgano de reconocimiento sutil, temporal, de altísima movilidad y que no se dejase prender por el rival.
Grata sorpresa me lleve con los ¿HPS?, en los que se pueden descomponer las Cías. pero no termino por creerme la atmósfera de juego.
En el caso del DCCD, por lo que comentáis, si es imperativo operar mediante grandes/medias unidades no descartaría,
Bisharrako, la idea de dibujar frentes completos, por citar el que tengo más presente, el de Madrid, figurate pintar un TO siguiendo está imagen que te adjunto:
El nervio del juego estaría en poner en activo unos sectores del frente u otros, movimientos a retaguardia, acumulación de reservas, tanteos y presiones de poca entidad, concentraciones y auténticas rupturas visando envolvimientos...fantaseo porque realmente no se como tira este juego. ¿Hay niebla de guerra? ¿Reconocimientos aéreos? ¿Desgaste y logística? ¿Capacidad de recibir nuevas unidades -v.gr: entrada en línea del CTV-? Buscaré información.