Nos dirigimos a la gran ciudad de Sonnmark. De camino pasamos por el puerto de Steinkai en las horas de la noche y sólo la taberna está abierta. Entramos a socializar con los pobladores, pero no hay buenos rumores, el bar sólo tiene un viejo borracho justificando su vida por haber perdido todo a manos de los asaltantes.
En Sonnmark las prospectivas de trabajo son desalentadoras, sólo quieren gente para escoltar una caravana; además los precios están por las nubes. Por lo que nos vamos a Neudeich, (la zona sur está llena de puertos) y nos encontramos una chocita donde fabrican arcos. Pero lo que más nos importa es el trabajo, nos piden ir a un cementerio a recuperar una flauta.

Recuperamos la flauta con facilidad pero cuando ya estábamos listos para devolvernos, se nos aparece un auxiliar del antiguo Imperio, sólo que del Imperio solo quedan sus cenizas, por que colapsó hace unos 500 años y lo que nos encontramos es un esqueleto que estaba cuidando la zona.

En principio de la batalla se ve fácil porque sólo hay dos esqueletos con escudo y por suerte no hay ningún legionario.

Los no-muertos cómo no sufren de penalizaciones de moral tienen que ser destruidos físicamente

Al final logramos ganar y de paso recoger un buen botín. Las Parcas ahora con 9 mercenarios han dado la talla y sólo uno, el aprendiz, recibió heridas de consideración
Raiders
Gracias a nuestros recientes éxitos, nuestro renombre nos consigue un buen contrato en Sonnmark.

Parecía un contrato normal Pero en este caso tenemos que enfrentarnos con asaltantes mejor preparados que los bandidos de las primeras batallas.

Como el aprendiz aún no se ha podido recuperar de sus heridas lo dejamos en el flanco izquierdo.

Los bandidos deciden atacarnos en nuestro flanco derecho, pero es donde estamos mejor armados puesto que tenemos a dos lanceros, al asesino que ahora está armado con un arma del Antiguo Imperio (muy buena para decapitar y sangrar a sus oponentes) y está el calvo con su azadón. El mayor peligro lo representa un asaltante barbudo que tiene una armadura de cuero pesado, un casco de hierro y un arma de asta que no sólo mata de un solo golpe en la cabeza, sino que puede dejar agonizando a cualquiera reciba un golpe en el pecho.


Al final logramos ganar pero Edmundo que fue abandonado en el flanco izquierdo, terminó muriendo. Era conocido como Edmundo el brillante, tenía todo el futuro por delante pero así es este mundo de cruel. Por cierto que Lordspain y Hartmut recibieron golpes como nunca antes. Hartmut Quedó con una herida en un cachete que no se recuperará sino en 2 días.

Recibimos un buen botín con buenas armas y un casco de hierro. La compañía ya empieza a sentirse un poco más profesional usando el equipo adecuado .
Nachzehrers
Se acaban las posibilidades de curro en la zona, por lo que agarramos el primer barco que zarpa a Gothmund.
En Gothmund hay bestias atacando, así que iremos de cacería. Las bestias son los Nachzehrer, unos humanoides sin armadura alguna, que son fáciles de matar. Eso sí, estos bichos tienen la habilidad de regenerarse y volverse más fuertes al consumir cualquier cadáver. Los vemos a larga distancia, y parecen muchos, reclutamos un vagabundo para que ayude, ya no parece tan fácil este contrato. Incluso Hartmut, quien no se ha recuperado de sus heridas, es llevado al campo de batalla, pero en la segunda fila y usando un arma larga para que no se exponga al peligro.

La batallas con los nachzehrer son sencillas, pero esta batalla va a ser complicada porque no tenemos la armadura necesaria para mitigar las garras y nos superan en número. Como siempre dejamos a los eslabones más débiles en los flancos. Sus muertes debilitan moralmente a la compañía, pero permiten que se preparen mejor los soldados más experimentados.


Matamos uno pero otro nachzehrer, se come el cadáver, y se vuelve más fuerte. Queda enfrentado a Lordspain.

Cuando sólo quedan 5, rompemos filas para intentar flanquearlos y la moral de los que quedan empieza a fallar.
Parece que vamos a ganar sin más contratiempos, Pero Lordspain recibe un ataque que le destroza el brazo derecho, está al borde de la muerte y no tiene ni siquiera energías para levantar el escudo y protegerse de un segundo ataque. Pero Bertolf al ver a su compañero apunto de morir se llena de furia, usa su espada primero y luego su escudo para empujar al nachzehrer y sacarlo del rango de combate.


El nachzehrer al ver que su manada está apunto de desaparecer emprende la huida, pero el vagabundo que reclutamos para esta pelea, logra interceptarlo y matarlo. Lordspain vió la muerte cerca, pero puede contar el cuento en otra ocasión.

Al final sólo murió el calvo.