-Vamos que el jefe se impacienta.
El Panzer de Hacker lleva un tiempo maniobrando para colocar su linea de avance en el lugar donde ha tendido una cortina de humo. Tiene que atravesar un par de setos y un terraplen antes de dejar un gran edificio a su izquierda para volver a alejarse del pueblo, ganando distancia para achicharrar a placer los nudos de resistencia enemigos. Pero claro, tiene que pasar junto a aquel edificio enorme. Ideal para que se esconda algún malnacido con bazooka y les mande a todos al otro barrio. La maniobra entraña su riesgo.
Desde la torreta de su Panther, Patzi Willberg ve la evolución de sus compañeros. Apenas les quedan munición explosiva y aún así, decide gastar tres proyectiles contra aquella casa. No vayan a lamentar luego haber sido unos agarrados. Ni todo el almacén logístico de la división cuesta la décima parte que lo valen aquellos hombres.
-Tres disparos. Piso superior.
No hace falta decir más. Andreas coloca tres obuses que hace que la pared superior ceda, dejando una oquedad tremenda en aquella planta. No parece que nadie se mueva allí dentro. Aún así, Bodo, con su MG, y Andreas, con la coaxial, riegan de plomo el interior de aquella casa. Destruyendo vajillas, muebles, recuerdos.
El Panzer de Hacker, disparando a su vez con todas las armas, se acerca encabritado al terraplén. Eleva su morro y....
