Anoche cuando leí este hilo me sorprendí agradablemente pensando que PdL había descubierto la autoría del empleo del sarín cuando nadie en el resto del mundo puede asegurar quién ha cometido la barbaridad.

Me encanta la gente que se caga en USA cuando interviene y también cuando no lo hace. Personas decentes que se mueven por intereses pero censuran a quien hace lo mismo. Toma coherencia.

También disfruto muchísimo con los conspiranoicos. Ese grupo de intelectuales avezados en situaciones de crisis y política internacional que aseguran que una mente criminal maneja los hilos de todo con la precisa y malévola eficacia de un Moriarti 2.0.
Y mientras todos estos lanzan predicciones y se revuelcan en sus charcos de conocimiento la realidad es tozuda y resulta que el director de la CIA va a explicar algo al congreso y mientras está deponiendo la calle le está dejando por mentiroso.
Ya nadie con la más mínima intención de mantener una reputación hace predicciones en la política internacional. Demasiadas bofetadas en los morros. Cuando la primavera florecía en las tierras de la Umma los progres entonaban Grandola vila morena con lagrimitas en los ojos y los neocons se veían vendiendo iPhones a mansalva en un Túnez manhatanizado. Veinte ramilletes de florecillas después se han perdido miles de manpads en Líbia que pueden derribar nuestro Rian-se Air con nosotros dentro y suspiramos por un Gadafi estable que no llene Lampedusa de emigrantes que ensuciarán nuestras calles digitales con su presencia analógica y olorosa. Y es que no hay solidario de boquilla que meta en su casa a dos emigrantes. Y todos gozamos los privilegios del capitalismo que criticamos con la ventaja que nos proporciona el propio sistema, pescadilla autofelácica abisal, se llama el bicho.

Que sí, que sí, que vengan la libertad y la democracia. Pero por favor, que vengan con manual de instrucciones y, por Alláh!!!! que venga con dos años de garantía; y si encuentra algo mejor le devolvemos su dinero.
A ver cuánto tarda un lumbreras en no entender una sola de las cosas que he dicho en tono festivo y dominguero.
Tres, dos, uno....