Ya he dicho que creo que casi no quedan unidades francesas en condiciones de luchar. Lo poco que tiene, podría trasladarlo a París para intentar defenderlo... pero entonces los alemanes conquistarían el resto de Francia sin obstáculos.Stratos escribió:Creo que en París estan requisando taxis y autobuses, no sé con que fin...Pocher escribió:¿Arde París?
Intacto, creo que ya solo tiene un cuerpo y medio en Alsacia, y tres cuerpos en Lorena, aparte de dos cuerpos del 6ème que aún no han entrado en combate. Yo me retiraría de allí, dejando unas pocas brigadas para cubrir los huecos entre las fortalezas, y enviaría el resto a París. Pero mi contrincante es de la escuela "ni un paso atrás", me parece a mí; y eso puede ser una virtud en determinadas situaciones, pero aquí creo que es un defecto.
Cuando le perforé el centro, yo habría salido corriendo, perdiendo todos los VPs necesarios, hasta establecer una nueva línea defensiva, a ser posible bien lejos del final de sus líneas de suministros, y entonces habría planteado la batalla contra unos alemanes cansados tras su avance.
Así, ahora voy retrasado en espacio respecto a la historia; pero con una gran ventaja: quedan muy pocos enemigos. Confío en mejorar el registro histórico en los turnos que me quedan: de hecho, juego contra la historia, más que contra un contrincante.
8 de septiembre de 1914. Turno 38. Quedan 12 días para cumplir la promesa del Káiser.
(nota: el turno estaba cambiado en el post anterior)
Ha caído Amberes, a pesar de que mis unidades han soportado un terrible bombardeo belga. Ahora podré empezar a atacar en serio. A mi artillería pesada, los fuertes le han pegado duro; pero ahora es mi turno y ha caído un fuerte.
Los franceses han vuelto a guarnicionar Bruselas, y han conseguido defenderla contra mi ataque. Pero ahora ya no tienen municiones para reponer las gastadas.
Gante ha sido cercada por mi caballería. En el día siguiente, cerraré el cerco y la conquistaré.

De norte hacia el sur, el siguiente frente es el de Lille. Cerco a los defensores al este de Tourneville, al día siguiente serán aniquilados. No parece haber gran cosa antes de Lille.

Más abajo, Amiens. Parece que los ingleses van a luchar en el Somme. El único problema es que me estoy alejando de mis fuentes de suministro, he dado prioridad a reconstruir la línea férrea hacia París.

En París, dos cuerpos de mi cuarto ejército han cruzado el Marne. Pero no son lo suficientemente fuertes como para asaltar la capital. He decidido que seguiré avanzando hacia el sur, para intentar cercarla.
La artillería pesada del tercer y cuarto ejércitos está ocupada en Rheims, reduciendo las bolsas de franceses atrapados, que se defienden desesperadamente. Cuando hayan sido aniquilados, entonces se dirigirá hacia París. De todas formas, como procuro mover la artillería pesada por tren, hasta que la vía no haya sido reconstruida tampoco puedo hacer nada más.

En el frente de Verdún, la fortaleza ha sido cercada e incio su asalto. Fracaso de nuevo, con un 25% de bajas. Desde luego, estas fortalezas son temibles. Conquistar Lieja, con la artillería pesada apoyándome y mis soldados descansados, me costó ocho turnos y medio ejército del Mosa. Esperemos que ahora, sin suministros de munición, Verdún caiga en menos tiempo.
St Michael cae, pero su unidad se retira... tenía que elegir entre cercar Verdún y aniquilar el regimiento de St Michael, la elección era sencilla.
Y al este, la ofensiva francesa que intentaba cortar la línea férrea que suministra a mi avance a París, fracasa. Dos brigadas se rinden, otra resiste, pero rodeada. Todas pertenecen al XIV cuerpo, que a su vez pertenece al 6ème.
El HQ del 6ème, junto con su artillería pesada y el XII cuerpo, están defendiendo Bruselas. Es decir, que del 6ème solo quedan sin entrar en combate el XV colonial, de marroquíes e indochinos, y el III cuerpo. No los tengo localizados, creo que son las últimas reservas aliadas. Cuando entren en combate, estaré más tranquilo.

Aunque es un frente secundario, una imagen de Alsacia, para no olvidarnos de ella. Intento embolsar uno de sus cuerpos. Que no se retira, a pesar de la amenaza evidente. Un enemigo muy poco flexible.
